Los agentes han incautado más de una tonelada y media de hachis y hasta 92 kilos de marihuana
Iniciada en el mes de abril, la operación Lorenmau ha concluido con la incautación de 1.560 kilos de hachís y 92 kilos de marihuana. Los integrantes de esta red –detenidos por delitos contra la salud pública, blanqueo y pertenencia a organización criminal- guardaban fuertes medidas de seguridad en cada transporte.
Pero eso no ha impedido a la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria que detuvieran en Zaragoza a diez miembros de esta organización narcotraficante que distribuía grandes cantidades de droga a diferentes países europeos
El cabecilla de esta red de narcotráfico –residente en Zaragoza-, había creado un entramado de empresas relacionadas con el transporte e inmobiliaria para tratar de dar la infraestructura necesaria. Para ello contaba con servicios de alquiler de diferentes vehículos y alojamientos de hoteles. Estas empresas también eran un medio de blanqueo.
Los desplazamientos se realizaban con una logística muy estudiada en cada uno de los trayectos, utilizando para ello empresas de transporte legales en cuyos camiones introducían la sustancia estupefaciente dentro de palets, escondida entre la mercancía legal o en dobles fondos.
560 kilos de hachís con destino Italia
Tras estas detenciones, los especialistas de EDOA de Zaragoza localizan una nave ubicada en un polígono industrial de La Cartuja (Zaragoza) que estaría siendo utilizada como guardería de la droga.
En el transcurso de la investigación, los agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil en Zaragoza y agentes de seguridad ciudadana del Puesto de la Guardia Civil de Angüés (Huesca) hallaron 560 kilos de hachís en el interior de un camión con destino Italia. La inspección tuvo lugar en la N-240 en el término municipal de Siétamo.
Los agentes encuentran allí un total de cinco contenedores con unos cartones impregnados en gasoil –para confundir a los perros detectores- que cubrían hachís y marihuana. En su interior se hallaban un total de 30 fardos de hachís, distribuidos en tabletas, cuyo peso ascendía a una tonelada y 92 kg de marihuana que se encontraban en 74 bolsas de plástico termoselladas.
En los registros practicados en los domicilios y vehículos de los detenidos, los agentes han intervenido además más de diez mil euros, siete vehículos, un cultivo de marihuana indoor que albergaba 336 plantas y siete planteros completos de 100 plantas cada uno, de cannabis sátiva. La investigación continúa abierta no descartándose más detenciones.