Las víctimas pagaban entre 3.000 y 15.000 euros por desplazarse clandestinamente a través de ferris y buques que partían de puertos de la cornisa cantábrica
La Guardia Civil, en el marco de la operación EPIRO, ha desarticulado una importante organización criminal de origen albanés que se dedicaba al favorecimiento de la migración irregular hacia Reino Unido. Las víctimas, algunos menores de edad, viajaban como polizones en buques llegando a pagar entre 3.000 y 15.000 euros al grupo criminal para su desplazamiento al país británico.
Las investigaciones se iniciaron a finales de 2019 cuando se tuvo conocimiento de una red criminal dedicada a introducir migrantes de nacionalidad albanesa de forma clandestina en el país británico desde 2014.
Fruto de estas indagaciones, el Grupo de Información de la Comandancia de Bizkaia, junto a la Jefatura de Información de la Guardia Civil (UCE3), el Grupo de Acción Rápida y la NCA británica, han logrado detener a siete ciudadanos e investigar a otro más, todos ellos de nacionalidad albanesa que conformaban esta organización criminal transnacional.
Como primera vía, trasladaban a los migrantes irregulares de origen albanés a través de ferris y buques a Reino Unido partiendo de los puertos de Bilbao y Santander. El grupo llegó a ampliar su zona de influencia, llegando a dirigir su actuación a otros países europeos a través de la conocida “Ruta de los Balcanes”.
Líderes de la organización
El grupo criminal lo lideraban dos “dinamizadores” que permanecían en España no más de tres meses, retornando a su país natal donde hacían gala de un ostentoso nivel de vida incompatible con su actividad laboral.
Para evitar el riesgo de una nueva salida de España, las detenciones de estos cabecillas de la organización tuvieron que precipitarse, dando lugar a un seguimiento que se inició en Bizkaia y que culminó con la detención de ambos cuando procedían a embarcar el pasado lunes rumbo a Albania en el Aeropuerto Adolfo Suarez de Madrid-Barajas.
Captación de las víctimas
El entramado seleccionaba a las víctimas en su país de origen, así como en los campamentos situados en los alrededores de los recintos portuarios, facilitándoles alojamiento y manutención hasta que conseguían con éxito su ocultación como polizones y su llegada a Reino Unido.
Para ello, se valían de otros ciudadanos albaneses afincados en la provincia de Bizkaia, que apoyaban a la organización en diversas labores de infraestructura, necesarias para las operativas de polizonaje. Los métodos de ocultación utilizados suponían un riesgo para la vida o integridad física del migrante, algunos de ellos menores de edad. Los beneficios económicos que conseguía la organización por cada víctima oscilaban entre los 3.000 a 15.000€.
En la explotación de la operación se han realizado tres registros domiciliarios, incautando numerosos dispositivos telefónicos e informáticos, tarjetas bancarias o tarjetas de remesadoras de dinero. También se intervinieron varios documentos de identidad y pasaportes de distintas nacionalidades que utilizaba para dificultar la posible trazabilidad en el envío y recepción del dinero obtenido.
Actualmente continúan las investigaciones, no descartándose nuevas detenciones.
La investigación, que ha estado dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 3 de Barakaldo y por la Fiscal delegada de Extranjería de la Fiscalía Provincial de Bizkaia, ha culminado con la desarticulación de la organización criminal y la detención de sus miembros como autores de delitos continuados contra los derechos de los ciudadanos extranjeros en su modalidad de migración ilegal y en el contexto de organización criminal, con el agravante de riesgo para la vida de las personas. Durante el transcurso de la investigación ha colaborado en el intercambio de información la NCA (National Crime Agency) británica.