Un total de 1,3 millones de personas contrajeron el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) durante 2024, mientras que 630.000 personas fallecieron por causas relacionadas con la enfermedad. Estos datos se desprenden del informe anual publicado por Onusida, titulado SIDA, Crisis y el Poder de Transformar, que presenta un balance global sobre la situación del VIH y el sida en el último año.
Sin embargo, Onusida advierte sobre un peligroso retroceso debido a la disminución del consenso internacional en torno a la ayuda financiera y los recortes presupuestarios, especialmente por parte de Estados Unidos. La directora ejecutiva de Onusida, Winnie Byanyima, alertó que esta situación podría tener consecuencias devastadoras: «Esto no es solo un déficit de financiación, es una bomba de relojería».
Actualmente, 9,2 millones de personas con VIH siguen sin tratamiento, incluidos 620.000 niños. Si los recortes continúan, se proyecta un aumento de seis millones de nuevas infecciones y cuatro millones de muertes entre 2025 y 2030.
El informe indica que el número de nuevas infecciones se mantiene prácticamente igual que en 2023, aunque representa una disminución del 40% con respecto a 2010. En cuanto a las muertes, si bien Onusida considera que la cifra sigue siendo “inaceptablemente alta”, el total de fallecimientos por sida ha descendido un 54 % en comparación con hace 15 años.
Uno de los avances más significativos se ha registrado en el África subsahariana, región que concentra la mitad de las nuevas infecciones a nivel mundial. Allí también se produjeron el 61% de las muertes relacionadas con el VIH en 2024, lo que refleja tanto la magnitud del desafío como la importancia de mantener los programas de prevención y tratamiento en la zona.
En el plano global, se estima que 40,8 millones de personas vivían con VIH en 2024. De ellas, el 75 % tenía acceso a terapia antirretroviral y el 73 % había logrado suprimir la carga vírica, lo que representa un notable avance en el control de la enfermedad y la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
Los esfuerzos también han dado resultados positivos en la prevención del VIH en niños. En 2024, solo 120.000 menores adquirieron el virus por transmisión vertical (de madre a hijo), lo que supone una reducción del 62% desde 2010 y la cifra más baja registrada desde la década de 1980. Gracias a los programas de prevención, se han evitado aproximadamente 4,4 millones de nuevas infecciones pediátricas entre 2000 y 2024.