Se produjo en la localidad sevillana de Carmona en febrero de 2023 y fue uno de los más comentados de la historia criminal de España
Cierran el misterioso caso del robo de los juguetes sexuales de oro, uno de los más comentados de la historia criminal de España. En febrero de 2023, en el municipio sevillano de Carmona, tres ladrones asaltaron la sede de Dreamlove, la mayor distribuidora nacional de juguetes sexuales, y se llevaron sus productos más preciados. 11 consoladores, algunos de ellos bañados en oro de 24 quilates, y valorados en más de 50.000 euros, además de 25.000 euros en efectivo. En total, un golpe de casi 80.000 euros que, un año después, puede salir gratis a los responsables.
El juzgado de instrucción número 3 de Carmona archiva el caso por falta de autor conocido, después de que la investigación de la Guardia Civil no haya permitido dirigir la acusación contra ninguna persona.
Corte de la luz y otros obstáculos
Todo quedó grabado por las cámaras de seguridad de la empresa y del Parque Logístico de Carmona el 1 de febrero de 2023. Los ladrones cortaron la calle con contenedores y vallas en los accesos para dificultar el paso a la policía en caso de que los sorprendieran. Además, manipularon el cableado de las farolas para dejar la calle a oscuras.
Solo los dueños y algunos trabajadores de la empresa sabían que, además de miles de euros en efectivo, también guardaban en la caja fuerte 11 vibradores de alto standing, de la gama más lujosa.
Trabajaron con la hipótesis de que los ladrones tuvieron que hacer vigilancias previas en el recinto para planificar el asalto. Otra línea de investigación se enfoca en la posibilidad de que algún antiguo empleado de la empresa de Carmona participara en el robo o que la banda contara con la ayuda de un ‘santo’. Es decir, una persona que envía información privilegiada a los asaltantes desde el interior.
Todavía no está claro si los responsables del robo conocían realmente el valor de los vibradores sustraídos. O si solo pretendían conseguir el dinero y, al forzar la caja fuerte, se encontraron por casualidad con esos juguetes.
Al contrario de otros casos de productos robados, es muy complicado colocar en el mercado negro once consoladores de oro, por muy atractivos que puedan resultar los metales preciosos que los envuelven. Además, son fácilmente reconocibles y hay muy pocas unidades en el mercado, por lo que comerciar con ellos al margen de la legalidad es difícil.