La crisis no se limita a Etiopía, ya que países vecinos como Chad han registrado más de 500.000 llegadas desde el inicio del conflicto
En medio de una crisis humanitaria sin precedentes, cerca de ocho millones de personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares desde el inicio del conflicto en Sudán en abril del año pasado. Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), tras concluir su visita a Etiopía, donde más de 100.000 personas han buscado refugio desde el inicio de los enfrentamientos entre el Ejército sudanés y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), ha instado a un mayor apoyo por parte de la comunidad internacional.
De las 100.000 personas llegadas a Etiopía, aproximadamente 47.000 son refugiados o solicitantes de asilo, sumándose a los 50.000 que ya se encontraban en el país antes del estallido del conflicto. Grandi, conmovido por las historias de pérdida y desesperación, también destacó la determinación de los refugiados para seguir adelante, siempre y cuando reciban el apoyo y las oportunidades necesarias.
El Alto Comisionado elogió la generosidad de las autoridades etíopes, que ya acogen a casi un millón de refugiados de diversas regiones. Sin embargo, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para complementar este esfuerzo con un mayor apoyo. Advierte que sin este respaldo adicional, será extremadamente difícil proporcionar ayuda a quienes más la necesitan.
La crisis no se limita a Etiopía, ya que países vecinos como Chad han registrado más de 500.000 llegadas desde el inicio del conflicto. En total, 1.7 millones de personas han abandonado Sudán, mientras que seis millones han huido de sus hogares pero permanecen en territorio sudanés, creando una situación humanitaria crítica que requiere atención inmediata.