En un contexto geopolítico marcado por la tensión comercial entre Washington y Pekín, y con España navegando entre ambos gigantes, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha iniciado una ronda de reuniones estratégicas en Estados Unidos. La más esperada: su encuentro con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, justo una semana después de que este calificara un acercamiento entre España y China como “cortarse el cuello”.
Cuerpo ha viajado a Washington con el objetivo de relanzar los lazos económicos con EE.UU., suavizar el desencuentro diplomático surgido tras la visita del presidente Pedro Sánchez a Xi Jinping y defender los intereses españoles frente al endurecimiento arancelario promovido por la administración Trump, según una información de El Observador.
El ministro inició su jornada en la Cámara de Comercio Española en EE.UU., donde mantuvo un encuentro con representantes de grandes compañías norteamericanas interesadas en ampliar su inversión en España. Allí, subrayó que el país “sigue siendo un socio sólido, estable y comprometido con el crecimiento bilateral”.
Según datos del Ministerio de Economía, la inversión española en EE.UU. ronda los 90.000 millones de euros, mientras que la inversión estadounidense en España asciende a unos 115.000 millones. Cifras que, a juicio de Cuerpo, demuestran que “más allá de las turbulencias políticas, existe una alianza económica que debe protegerse”.
El plato fuerte del día fue la cita con Scott Bessent, el secretario del Tesoro estadounidense, quien días atrás había criticado abiertamente la política exterior española por su intento de aproximación a China, considerando la estrategia “un error geopolítico”.
Aunque el encuentro no figuraba en la agenda oficial del Tesoro —algo que encendió las alertas entre empresarios españoles con operaciones en EE.UU.— finalmente se celebró, a puerta cerrada, y según fuentes del Ministerio fue “cordial y productivo”.
En paralelo, el ministro también se reunió con Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, en un encuentro destinado a reforzar el papel de España como actor relevante en los foros económicos globales y en el desarrollo de políticas de crecimiento sostenible.
La visita se produce en un momento especialmente delicado: el presidente Donald Trump ha impuesto un aumento temporal del 10% en los aranceles a productos europeos, incluidos los españoles, durante un período de 90 días. Esta medida, según expertos, podría ampliarse o endurecerse dependiendo de la evolución del conflicto comercial con China y del alineamiento político de la Unión Europea.
Para el Gobierno de Sánchez, esta misión en Washington es también un mensaje a Bruselas: España quiere ser parte activa de una solución dialogada, que frene la escalada de medidas proteccionistas sin sacrificar los intereses de sus empresas ni su autonomía en política exterior.
Cuerpo aseguró estar en coordinación permanente con la Comisión Europea, especialmente tras la reciente visita del comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, a sus homólogos en EE.UU. “Este es un momento crucial para tender puentes, evitar rupturas innecesarias y defender los valores del libre comercio, el multilateralismo y la cooperación entre aliados históricos”, afirmó.
La gira continúa en los próximos días con encuentros paralelos en Nueva York, donde el ministro mantendrá contactos con fondos de inversión y directivos de multinacionales tecnológicas. Su mensaje será el mismo: España no elige entre Washington o Pekín, sino que apuesta por el diálogo, la estabilidad y el interés común.