Los vaivenes sentimentales de Britney Spears vuelven a ocupar los titulares. Esta vez, la “Princesa del Pop” habría terminado por segunda vez con Paul Richard Soliz, un hombre con pasado judicial que pasó de empleado de mantenimiento a pareja de la estrella.
Según medios estadounidenses como Page Six y TMZ, la ruptura se produjo a finales de febrero, y el propio Soliz habría retirado todas sus pertenencias de la residencia de Spears en Los Ángeles, donde convivían. La relación, desde sus inicios en 2023, ha sido objeto de polémica por el historial delictivo de Soliz y su entorno familiar, según una información de B. Rodríguez publicada en Excelsior.
La pareja había tenido ya una ruptura previa en julio de 2024, cuando Spears, de 43 años, habría sentido que Soliz, de 38, se aprovechaba de su estilo de vida. Amigos cercanos a la cantante aseguran que esta segunda separación es definitiva y que representa un “alivio” para su círculo más íntimo, quienes siempre vieron la relación con recelo.
La última aparición pública de la pareja fue durante el Día de San Valentín, cuando se les vio en un restaurante de comida rápida junto a algunos de los hijos de Soliz —quien, según reportes, tiene al menos nueve hijos de diferentes madres—. Britney se había encariñado con varios de ellos, compartiendo momentos en parques y en su propia casa, donde la cantante habría encontrado un respiro emocional.
La historia de amor entre Spears y Soliz comenzó tras el divorcio de la artista con el modelo y actor Sam Asghari, con quien contrajo matrimonio en 2022. Mientras Asghari se enfoca en su carrera y presume físico de portada, Spears ha navegado por relaciones complicadas y un proceso constante de reconstrucción personal.
Aunque por ahora no hay declaraciones oficiales de ninguna de las partes, todo apunta a que Britney ha decidido cortar por lo sano con un vínculo que no aportaba estabilidad a su vida.