Obrador reconoce que el modelo que quiere imponer tiene “riesgos”, de lo que se infiere las incertidumbres del propio presidente sobre la convivencia de modificar el sistema de nombramientos
La Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) advierte a México de que, si se aprueba el proyecto que permite elegir a los jueces y magistrados del Poder Judicial a través del voto popular, podrían ser elegidos aspirantes relacionados o sobornados por el narcotráfico.
La DEA indica en que esta iniciativa, empujada por el todavía presidente Andrés Manuel López Obrador (Amlo) y su sucesora Claudia Sheinbaum, da luz verde a que el narcotráfico y el crimen organizado tomen el control de un poder “tan importante” como el Judicial.
Estas organizaciones delictivas podrían preparar y postular a sus abogados y juristas como candidatos a ministros, magistrados y hasta jueces del nuevo Poder Judicial que se pretende crear a partir del próximo mes de septiembre, según coinciden en señalar distintos expertos.
La entidad estadounidense alerta de que los “candidatos del narco al Poder Judicial” no solo tendrían presencia en Nayarit, Sinaloa, las dos de la Baja California, y Sonora y Tamaulipas, estados gobernados por el partido oficialista Morena, el de Amlo. Y también en comarcas controladas por el narco como Coahuila y Durango, ambas gobernadas por el PRI; así como en Guanajuato y Chihuahua, gobernadas por el PAN; y en los estados donde gobierna MC, como Jalisco y Nuevo León.
El mismo Amlo ha reconocido que “se corren riesgos como en todo”, lo que puede significar que el mandatario no esté seguro de que este método de elección de jueces y magistrados sea el más conveniente para el sistema azteca. Aún así, pretende imponerlo con la finalidad de tratar de controlar a los jueces, según los citados expertos.