El papa Francisco advierte del peligro de “romper la comunión” contraponiendo la jerarquía de la Iglesia a los grupos de laicos, según informa EP.
El Pontífice ofreció estas declaraciones en el primer día de la segunda sesión del Sínodo de la Sinodalidad, en la que participan 523 personas, de las que solo 368 tienen derecho a voto, entre ellas 53 mujeres.
Francisco se hace eco así del peligro de romper la comunión “contraponiendo jerarquía a fieles laicos”. En esta línea, señala: “No se trata de sustituir la una con los otros, agitados con el grito: ‘ahora nos toca a nosotros'”.
“Se nos pide más bien ejercitarnos juntos en un arte sinfónica, en una composición que nos acomuna a todos en el servicio al servicio de la misericordia de Dios, según los diferentes ministerios y carismas que el obispo tiene la tarea de reconocer y promover”, explica.
El religioso explica que la presencia de los miembros que no son obispos (96 en total) supone una “coherencia con la comprensión del ejercicio del ministerio episcopal expresada por el Concilio Ecuménico Vaticano II”.
El Papa también advierte de la abstracción que “olvida la fértil concreción de los lugares, de las relaciones, y el valor de cada persona”. Del mismo modo, pide a los participantes del Sínodo a ser humildes porque la humildad “permite mirar al mundo sin pensar que se es mejor que los demás”.
Sostiene que la Iglesia no puede caminar “sin renovarse”. Por ello, insta a individuar, en tiempos adecuados, distintas formas de ejercicio “colegial” y “sinodal” del ministerio episcopal.