Hoy: 12 de febrero de 2025
La probabilidad de que el asteroide 2024 YR4 colisione con la Tierra en 2032 ha sido recalculada al alza. Según la NASA, el riesgo de impacto ha subido a un 2,4%, lo que representa un incremento de 0,2 puntos respecto a los cálculos del viernes y más de un punto porcentual en comparación con las estimaciones de finales de enero.
Sentry, el avanzado sistema de monitoreo de colisiones, sigue evaluando la trayectoria de 2024 YR4 y ha confirmado que, si llegara a impactar, la fecha sería el 22 de diciembre de 2032. Este dato ha sido ratificado por la Agencia Espacial Europea (ESA), que también sigue de cerca la evolución del asteroide, según informa Clarín.
Desde su descubrimiento el 27 de diciembre de 2023 por el programa ATLAS en Chile, los astrónomos han estado analizando sus características. Se estima que el asteroide tiene un diámetro de entre 40 y 90 metros, un tamaño que, aunque no representa una amenaza global, podría generar daños significativos en caso de colisión.
A pesar de la baja probabilidad de impacto, la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN) ha identificado una franja de riesgo que abarca el océano Pacífico oriental, el norte de Sudamérica, el océano Atlántico, África, el Mar Arábigo y el sur de Asia. Estos datos serán clave para futuras evaluaciones sobre el posible escenario de impacto.
Mientras la atención se centra en 2024 YR4, otro asteroide vuelve a ser objeto de estudio. La revista Science Advances publicó un análisis sobre los efectos que podría tener una hipotética colisión de un asteroide del tamaño de Bennu en el año 2182. Según el estudio, un impacto de este tipo liberaría entre 100 y 400 millones de toneladas de polvo a la atmósfera, afectando el clima y la fotosíntesis global durante años.
Aunque el riesgo de un evento catastrófico sigue siendo bajo, las agencias espaciales continúan monitoreando estos cuerpos celestes para prever cualquier posible amenaza y desarrollar estrategias de mitigación en caso de ser necesario.