Era mi vida, mi consuelo, mi luz, mi todo. Cuando salía por las mañanas sentía su falta. Nuestra casa estaba llena de amor, de deseo, de felicidad. Pasaban los días esperando los fines de semana para dedicarnos a nosotros, nos queríamos y
No hace mucho estaba hablando con un amigo, al que le comenté que al día siguiente me iba a Gerona. Me miró y me preguntó: “¿pero bueno, te has vuelto facha?” “¿Por qué?”, le contesté yo con cierto estupor. “Pues porque se
Adiós a la máscara mientras surcaban su rostro los cortafuegos, al sonido de una cuchilla sesgando las llamaradas de libido. Se levantó de la cama sin ganas, dio los buenos días a sus canas. Cincuenta y un años en su piel, cuarteada en zanjas por donde
Escribo esto porque más de una vez observo en los parlamentos del poder o simplemente en conversaciones de familia, palabras cacofónicas que, lejos de reforzar la verdad de sus argumentos, les restan credibilidad
Como todo inmigrante de segunda generación, toda la vida he sentido que no soy ni de aquí ni de allá. Autoproclamada ‘ciudadana del mundo’ con un golpe en el pecho y un grito de orgullo que esconde un simple anhelo: el sentido
Día tras día, durante más de un mes, hemos intentado ponernos en contacto con el INSS para dar nuestros datos sabiendo que nos corresponde esa ayuda a nuestra pensión de viudedad o de jubilación.
Ya se sabe, el mundo luego de que estalló la guerra de Ucrania, ha perdido la inocencia que lo hacía creer en un supuesto multilateralismo dominado por el orden liberal consolidado en 1989. Fue una buena aspiración. Quizás era el camino correcto, pero
José Miguel Ayllón, presidente de la Asociación de Apoyo a Víctimas de Delitos Pido perdón de antemano a las familias y amigos de aquellas niñas por utilizar su memoria para este artículo. Perdón, perdón… no es excusa que todos los que vivimos