Walter Braga Netto, número dos de Bolsonaro, señalado como pieza clave en los esfuerzos para anular la derrota electoral
La Policía Federal de Brasil ha arrestado al exministro de Defensa y antiguo compañero de fórmula de Jair Bolsonaro, el general Walter Braga Netto, en el marco de una investigación que busca esclarecer una trama golpista organizada tras las elecciones de 2022. Braga Netto, figura destacada del círculo cercano al expresidente, está acusado de conspirar para mantener a Bolsonaro en el poder tras su derrota electoral frente a Luiz Inácio Lula da Silva, informa EP.
La detención del general se produjo en su domicilio de Río de Janeiro en la madrugada de este sábado, tras su regreso de un viaje. Según fuentes cercanas al caso, la acción forma parte de una amplia operación para prevenir la repetición de actos similares a los violentos disturbios ocurridos el 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores de Bolsonaro asaltaron los principales edificios gubernamentales en Brasilia. En aquella ocasión, los manifestantes alegaban, sin pruebas, que la victoria de Lula tendría el origen en un presunto fraude electoral.
Un golpe en la cúpula de Bolsonaro
Braga Netto se suma a la lista de decenas de personas señaladas por la Policía brasileña como responsables de conspirar contra el orden democrático. Según los investigadores, su papel habría sido instrumental en la planificación y ejecución de los esfuerzos para desconocer los resultados electorales. Su arresto ocurre en medio de una serie de medidas judiciales que buscan desarticular redes de apoyo al golpismo vinculadas al expresidente Bolsonaro y sus colaboradores más cercanos.
El abogado de Braga Netto no ha emitido declaraciones al respecto, mientras que Bolsonaro ha negado en repetidas ocasiones haber estado implicado en los disturbios de enero. No obstante, las autoridades continúan investigando al exmandatario y a su círculo por una serie de acciones que podrían constituir intentos deliberados de subvertir la voluntad popular.
La sombra del 8 de enero
La irrupción violenta en la sede de los tres poderes en Brasilia dejó al descubierto la fragilidad de la democracia brasileña y marcó el inicio de una extensa investigación para identificar a los responsables, tanto directos como indirectos. Aunque Bolsonaro asegura no haber participado en los actos, las acusaciones contra sus aliados refuerzan la tesis de una conspiración orquestada desde las altas esferas del poder.
En un comunicado oficial, la Policía Federal ha indicado que la operación busca “prevenir la repetición de acciones ilegales”, aunque no menciona explícitamente a Braga Netto ni ofrece detalles sobre el alcance completo de las detenciones. Esta operación refuerza la postura del gobierno de Lula de consolidar el estado de derecho en el país y erradicar cualquier amenaza a su estabilidad democrática.
El arresto de una figura de alto rango como Braga Netto subraya la gravedad de las acusaciones y pone de manifiesto los esfuerzos de las autoridades brasileñas por desmontar cualquier intento de socavar el sistema democrático. La detención podría marcar un punto de inflexión en las investigaciones, acercando a los fiscales un paso más hacia Jair Bolsonaro y su posible responsabilidad en los hechos.