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Ana Palacio: ‘Taiwán está en el centro de la política de China’

Pekín

De izda. a dcha., el periodista José Manuel Calvo, la exministra Ana Palacio y el sociólogo, Emilio Lamo de Espinosa. | Fuente: Fuentes Informadas

Este lunes, la exministra de Exteriores participó en un debate sobre Asia y Occidente, donde se ha hecho énfasis en la geopolítica de Pekín

Mutua Madrileña celebró este lunes una charla sobre geopolítica, cuyo título es el El mundo que viene: Asia y Occidente, una nueva era. El periodista José Manuel Calvo condujo el debate, acompañado por la exministra de Exteriores Ana Palacio y el sociólogo Emilio Lamo de Espinosa, expresidente del Real Instituto Elcano. La conversación se centró especialmente en China. País del que se espera que en unos años suceda a EE UU en el trono de la hegemonía mundial. Aunque también se enfocó en la India, en el papel de Occidente y en la guerra de Ucrania.

Lamo de Espinosa destacó que Asia representa el 60% de la población mundial, mientras que Europa solo el 7%. Un dato muy reducido si lo comparamos con su situación en la década de los 50, cuando representaba el 25%. En el otro lado, la India ya se ha convertido en la potencia con más habitantes del planeta. Según el expresidente del Instituto Elcano, su diferencia con China se disparará en las próximas décadas. Incluso, dominará el mundo.

En el tema de China, Palacio dijo que Taiwán es la principal preocupación del gigante asiático. Y acerca del régimen de Xi Jinping, comparó algunos puntos que, según ella, diferencian a Pekín de Occidente.

Mientras Occidente defiende la universalidad y al individuo, Pekín exalta la seguridad y a la comunidad. En esta cuestión, Lamo de Espinosa definió a la potencia asiática de “objeto político no identificado”. Además, la calificó de “civilización disfrazada de estado” y “mandarinato”. Es decir, su sistema sigue el esquema de los emperadores chinos. Algo que explicaría por qué el país de la gran muralla todavía está lejos de democratizarse. Aun así, el sociólogo piensa que con tantos habitantes acabará viviendo una gran apertura.

Respecto a este asunto, Palacio habló de que Occidente, después de la II Guerra Mundial, sacralizó la idea de que siempre el intercambio trae prosperidad y que esta crea la paz. Según la exministra, un mantra desmentido por la casi total inmutabilidad del régimen chino. Cree que este no se democratizará tanto como vaticina Lamo de Espinosa.

Palacio se refirió a China como la factoría del mundo. Un elemento que “se nos ha ido de las manos”, en palabras de la exministra. A la pregunta de si se siente culpable de no haber predicho el alejamiento de dicho país de Occidente, cuando ella era miembro del Gobierno de Aznar, contestó que no tiene una bola de cristal.

Tanto Palacio como Lamo de Espinosa definieron la estrategia de China en un principio de El arte de la guerra de Sun Tzu: ganar las batallas sin darlas. Un factor que explica por qué a Pekín no le interesa involucrarse en conflictos militares.

Y a la teoría de que China solo quiere interferir en el comercio de otros países, Palacio piensa que se cae por sí sola. De hecho, como mencionó en el acto, Pekín ha aconsejado al régimen talibán de Afganistán cómo gobernar de manera plural.

Al final del coloquio, Lamo de Espinosa mencionó una cita que dice que solo hay dos países en el mundo que piensan a largo plazo: el Vaticano y China.

La guerra de Ucrania

En el caso de la guerra de Ucrania, China no quiere influir mucho en el ámbito político. Aunque su cercanía con Rusia, muestra su distancia con Occidente. Ante la pregunta de si la UE podría presionar a Xi Jinping en el conflicto, dejándole de vender chips, tanto Palacio como Lamo de Espinosa consideran que Pekín ya está muy presente en otros mercados, que no le afectaría. Por ejemplo, África y América Latina, donde obtiene materias primas. A pesar de su fuerte interés comercial en el Viejo Continente.

Respecto a Ucrania, Palacio considera que entre sus aliados hay bastante abstención en apoyar a este país, mientras que en el lado opuesto, hay un gran entusiasmo por Rusia.

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