El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, comparecerá este lunes en el Congreso en un ambiente tenso, con los socios habituales del Gobierno —Sumar, ERC y Bildu— mostrando su descontento tanto por el respaldo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental como por el fallido contrato de compra de munición a Israel.
La intervención de Albares, inicialmente prevista para presentar la nueva Estrategia de Acción Exterior 2025-2028 y abordar la apertura de aduanas en Ceuta y Melilla, se verá inevitablemente marcada por las recientes controversias diplomáticas que han reabierto viejas heridas dentro de la coalición, según una información publicada en Europa Press.
La reunión del pasado Jueves Santo entre Albares y su homólogo marroquí, Nasser Bourita, en la que España reiteró su apoyo al plan de autonomía para el Sáhara, ha vuelto a poner en pie de guerra a Sumar y otros aliados de investidura. La postura española, que rompe con décadas de neutralidad favorable a un referéndum, sigue siendo vista como una concesión a Rabat.
Sumado a la crisis con Marruecos, Albares deberá dar explicaciones sobre el polémico contrato para la compra de munición israelí para la Guardia Civil, rescindido apenas horas después de ser formalizado. Tanto Podemos como los partidos independentistas exigirán al ministro un compromiso claro para terminar cualquier tipo de comercio armamentístico con Israel, en un contexto de creciente tensión internacional.
El Partido Popular y Vox también han solicitado la comparecencia de Albares para exigir claridad sobre los ceses y nombramientos en la carrera diplomática. La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) ha denunciado una «creciente politización» en los nombramientos de embajadores y altos cargos, poniendo en duda la transparencia del ministerio.
La comparecencia de este lunes se perfila como una prueba de fuego para Albares, que tendrá que capear las críticas de todos los flancos mientras intenta defender la línea de actuación exterior del Ejecutivo.