El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha confirmado este domingo la muerte de al menos diez menores de edad debido a la deshidratación y la malnutrición en el norte de la Franja de Gaza.
Estas muertes han sido registradas en el Hospital Kamal Adwan en los últimos días, aunque no ha sorprendido al personal sanitario y humanitario. «Nos temíamos que habría muertes de niños aquí porque la malnutrición asola la Franja de Gaza», ha apuntado la directora regional de UNICEF para Oriente Próximo y el norte de África, Adele Khodr.
«Probablemente hay más niños que luchan por sus vidas en los pocos hospitales que quedan en Gaza», ha advertido, al tiempo que ha denunciado que estas «muertes trágicas y horrorosas son obra de seres humanos, predecibles y enteramente evitables».
«La falta generalizada de alimentos nutritivos, agua segura y servicios sanitarios son una consecuencia directa de los impedimentos al acceso y los múltiples peligros que afrontan las operaciones humanitarias de la ONU y afectan a los menores y las madres, a su capacidad para dar el pecho a sus bebés, en particular en la Franja de Gaza. La gente tiene hambre, está agotada y traumatizada», ha explicado.
Las organizaciones humanitarias avisaron de las posibles consecuencias desde octubre y si no se toman medidas y termina la guerra «aumentarán rápidamente las muertes de niños».
«La ayuda vital está a unos pocos kilómetros. La mantienen fuera del alcance, pero lo peor son los gritos angustiados de los bebés que mueren lentamente bajo la mirada del mundo», ha reprochado.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) se ha hecho eco de los datos publicados por UNICEF. «Gaza se ha convertido en el infierno en la tierra. ¿Cuándo el mundo dirá basta?», ha planteado en su cuenta de Twitter.
Las organizaciones internacionales desplazadas en la Franja de Gaza han elevado este domingo a 30.410 los palestinos asesinados por el estado de Israel, a los que se añade la destrucción de gran parte de los edificios del territorio gazatí. A estos balances de víctimas se suman más de 400 palestinos muertos en Cisjordania y en Jerusalén Este a manos de las fuerzas de seguridad de Israel y en ataques ejecutados por colonos.