Hoy: 29 de noviembre de 2024
Alrededor de 10,7 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a la sucesión de conflictos en Sudán, siendo el más grave el enfrentamiento entre las Fuerzas Armadas y los paramilitares de la Fuerza de Apoyo Rápido (RSF) desde abril de 2023, en una lucha por el poder. Sin embargo, la respuesta internacional según la ONU está siendo “insuficiente”.
La crisis en Sudán se considera la mayor emergencia de desplazamiento a nivel mundial. Incluso antes del último conflicto, el país ya contaba con aproximadamente tres millones de desplazados internos, a los que se han sumado en los últimos nueve meses alrededor de seis millones, según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Adicionalmente, 1,7 millones de personas han cruzado hacia países vecinos, de las cuales un 62% son sudaneses. Chad acoge al 37% de estos refugiados, seguido por Sudán del Sur y Egipto, que albergan al 30 y al 24% respectivamente. La OIM advierte que estos movimientos generan necesidades tanto para quienes han abandonado Sudán como para las comunidades receptoras.
La directora general de la OIM, Amy Pope, destaca que las necesidades de estas personas son abrumadoras, haciendo énfasis en “graves carencias de alimentos, refugio, atención médica y saneamiento”. La combinación de estas dificultades las expone a un grave riesgo de enfermedades, desnutrición y violencia.
A pesar de esto, “la respuesta humanitaria es insuficiente”, según Pope, quien hace un llamado a no dar la espalda a estas personas. La OIM ha lanzado un nuevo llamamiento solicitando 168 millones de dólares (unos 154 millones de euros) para llevar a cabo programas humanitarios, habiendo brindado asistencia hasta el momento a casi 1,2 millones de personas.