Hoy: 20 de septiembre de 2024
La Audiencia Nacional ha dictado una condena de dos años y un día de prisión para dos ciudadanos paquistaníes, identificados como T.H. y R.A.W., por el delito de enaltecimiento del terrorismo. Ambos individuos utilizaron plataformas de redes sociales como TikTok, Facebook e Instagram para difundir mensajes extremistas en los que se incitaba a decapitar a aquellos que blasfemaran contra Mahoma y se glorificaba la realización de atentados terroristas.
La sentencia, emitida por los magistrados de la Sección Primera de la Sala Penal, destaca que los mensajes difundidos por los acusados representan un riesgo significativo, ya que pueden influir en personas que comparten su pensamiento radical o que se encuentran en proceso de radicalización. Según los jueces, estos mensajes constituyen un estímulo para llevar a cabo acciones como asesinatos o atentados contra aquellos considerados culpables de blasfemia.
Los acusados, seguidores del predicador fundamentalista paquistaní Khadim Hussain Rizvi, líder del partido radical Tehreek-e-Labbaik Pakistán (TLP), difundieron varios vídeos entre julio y noviembre de 2020. En estos vídeos, se proferían declaraciones como “quien ofenda al profeta debe morir” o “quien hable mal del profeta le cortarán la cabeza y le abrirán en canal y ya no está en este mundo”.
Uno de los vídeos muestra al acusado T.H. en Las Ramblas de Barcelona, acompañado de otra persona que realiza el gesto de cortar el cuello mientras se escucha un llamado a expandir la bandera del profeta por todas las casas. Por su parte, R.A.W. publicó una fotografía del autor de un decapitamiento ocurrido en Francia en 2000, así como vídeos de otros atentados terroristas, como el perpetrado contra los trabajadores de Charlie Hebdo en 2020.
La sentencia subraya que estamos ante mensajes que elogian y glorifican acciones y personas vinculadas a asesinatos terroristas, considerándolos héroes del islam. La Sala advierte que estas publicaciones representan un peligro cierto al dirigirse con odio hacia quienes no comparten el código religioso del islamismo radical, proclamando una condena a muerte anticipada que constituye una amenaza universal.
La defensa argumentó que los acusados, al ser paquistaníes y relacionarse principalmente con compatriotas, no consideraban incorrecto ejecutar a quienes cometieran blasfemias. Sin embargo, la Sala rechazó estos argumentos, señalando que ciudadanos paquistaníes también han sido víctimas de actos terroristas, y que los acusados, siendo jóvenes y residentes en Europa, no podrían desconocer la ilegalidad de los actos que promovían en redes sociales.
En conclusión, la Audiencia Nacional destaca el peligro de estos mensajes, su difusión masiva a través de las redes sociales y la influencia negativa que pueden tener en individuos susceptibles a la radicalización. La condena busca enviar un mensaje claro sobre la inaceptabilidad de glorificar el terrorismo y propagar ideologías extremistas.