Hoy: 23 de noviembre de 2024
La “Plataforma de Vehículo Conectado 3.0 ” ha podido testarse en la prueba “Gran Fondo Ézaro-Fin do Camiño”, celebrada el pasado domingo en la Costa da Morte (Galicia). El objetivo de la plataforma es crear una red de usuarios conectados que, de forma anónima, proporcionen información valiosa al resto de actores y al mismo tiempo puedan consumirla para evitar siniestros de tráfico.
Durante la prueba, gracias a balizas y conos conectados a DGT 3.0, se ha dispuesto de información que va a permitir que los conductores conectados a la plataforma puedan recibir en tiempo real en sus navegadores, avisos de los tramos afectados por el evento y así elegir mejor su itinerario.
El pasado fin de semana el proyecto DGT 3.0 ha podido ensayarse de manera real en la prueba ciclista “Gran Fondo Ézaro-Fin do Camiño”, celebrada en la Costa da Morte (Galicia). Se trata de un piloto que ha obtenido resultados muy positivos, ya que permitió probar el funcionamiento completo del sistema.
El objetivo de la “Plataforma de Vehículo Conectado 3.0”, creada hace ya cuatro años por la DGT, es permitir a todos los actores que hacen uso de las vías de circulación estar conectados de forma anónima -tanto para proveer información valiosa a la comunidad conectada, como para consumirla-, con el fin de detectar y recibir información sobre situaciones de peligro que puedan surgir en la carretera mientras conducimos.
De este modo, la plataforma se convierte en un punto de acceso de información única, gratuita y veraz en tiempo real sobre lo que está sucediendo en las carreteras; una información de gran valor para todo el ecosistema de movilidad en el territorio nacional.
En este ecosistema existente están involucrados no solo fabricantes de automoción, servicios de asistencia en carretera o aplicaciones de movilidad (de ciclismo, de running, de seguridad vial…), sino también empresas de transporte de personas y mercancías, asociaciones, entidades públicas de transporte y conservación de carretera, proveedores de datos, servicios de emergencia y de paquetería, entre otros.
Todos ellos son los encargados de facilitar información de forma anónima y autorizada por los usuarios finales, así como de recibir las alertas en tiempo real generadas por la plataforma, fruto de la aplicación de técnicas de análisis geoespaciales de datos e inteligencia artificial. En estos cuatro años de trabajo en la plataforma, se han incorporado informaciones sobre posicionamiento de grúas en servicio en tiempo real, alertas de operarios en carretera, localización de vehículos detenidos en carretera, así como la proximidad de ciclistas y eventos deportivos.
En el caso de la prueba celebrada en la Costa da Morte, lo que ha podido testarse es el sistema de monitorización de pruebas deportivas de DGT 3.0, gracias a la utilización de balizas V2 conectadas en los coches de inicio y cola de la competición, así como de conos en las vías aledañas al trayecto del evento deportivo que emitieron información a la plataforma y que, una vez procesada y cotejada con la ruta del evento deportivo desde TRAZA (aplicación de la DGT para autorizaciones deportivas), pudieron publicarse en tiempo real los tramos afectados por el evento. Este proceso se tradujo en que el usuario final pudo disponer en tiempo real en sus navegadores de avisos de los tramos afectados por el evento.
A finales de 2021 se llevaron a cabo pruebas para la incorporación a la plataforma DGT 3.0 de la información relativa al posicionamiento de ciclistas en carretera en tiempo real. A través de la aplicación de la Real Federación Española de Ciclismo, los ciclistas federados informan a DGT 3.0 de su ubicación en sus salidas de entrenamiento para que la plataforma informe, a su vez, a los conductores que circulan por la vía de manera anticipada.
Se prevé que esta aplicación esté disponible para su despliegue en unos meses, lo que permitirá evitar no solo siniestros de tráfico, sino también situaciones de peligro que puedan surgir en carreteras secundarias de baja visibilidad.
Sólo en 2021 fallecieron en vías interurbanas 110 peatones y 31 ciclistas, y la mayoría de estos siniestros se produjeron por un atropello en el que un vehículo de motor (turismo, camión, motocicleta o furgoneta) no había visto al peatón o al ciclista en la calzada, algo que se evitaría si el conductor pudiera disponer de esa información antes de llegar a ese punto.