Hoy: 23 de noviembre de 2024
Rusia está generando una crisis alimentaria de la que la propia Rusia saldrá vencedora. La guerra ha bloqueado las exportaciones de cereales de Ucrania por mar, cortando suministros vitales para países que van desde Somalia hasta Egipto, informa elEconomista. La interrupción, coronada por el clima cálido y las sequías que están afectando a los cultivos de trigo en otras partes del mundo, ha llevado los precios del grano a niveles casi récord y amenaza con llevar el hambre en partes de Medio Oriente y el norte de África.
Rusia, por el contrario, ha seguido exportando su trigo disfrutando de las fuertes subidas de precios, encontrando compradores dispuestos a pagarlos y obteniendo más ingresos por tonelada. Se puede decir que con la guerra ha logrado ‘aniquilar’ a su principal competidor. Ahora, también disfruta lo los elevados precios que esta generando esta tormenta perfecta en los alimentos.
Ahora, en Moscú esperan ansiosos una excelente cosecha de trigo en la próxima temporada, lo que sugiere que seguirá beneficiándose de la situación. Los precios mundiales del trigo han aumentado más del 50% este año, y el Kremlin ha recaudado 1.900 millones de dólares en ingresos por impuestos a la exportación de trigo en lo que va de temporada, según estimaciones de la consultora agrícola SovEcon.
“Esto es usar los alimentos como un arma de guerra en lugar de atacar directamente a una población”, asegura Tim Benton, Director de Investigación de Riesgos Emergentes en Chatham House, aludiendo a los comentarios rusos de que solo desbloquearían el puerto ucraniano de Odesa si las sanciones se relajan. “Desde una perspectiva política, estamos en una especie de lugar nuevo debido a la importancia de los mercados de granos”.
Al bloquear los puertos de Ucrania, Rusia ha obligado a ese país a tratar de enviar granos por tierra, lo que ha hundido las exportaciones. Ahora solo son una cuarta parte de sus volúmenes potenciales habituales.
“No abrir los puertos es una declaración de guerra a la seguridad alimentaria mundial”, dijo David Beasley, jefe del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, en el Foro Económico Mundial en Davos el lunes. Beasley asegura que la falta de acceso a los alimentos puede impulsar a millones de personas a migrar.
Cada aumento del 1% en el hambre da como resultado un aumento del 2% en la migración, dijo, y señaló que 49 millones de personas estaban “llamando a la puerta de la hambruna” en 43 países. “Esos son los 43 países por los que tenemos que estar extremadamente preocupados. El mundo se podría desetabilizar y sufrir migraciones masivas si no nos adelantamos a esto”, sostiene.
Rusia y Ucrania son los principales proveedores de trigo y aceite de girasol del mundo. Ucrania también se encuentra entre los seis principales exportadores de maíz, pollo y miel. Tradicionalmente, ha enviado millones de toneladas de granos al año a través del Mar Negro, obteniendo alrededor del 10% de su producto interno bruto de su sector agrícola y alimentario. Los dos se encuentran entre los pocos países del mundo que exportan grandes volúmenes de los alimentos que cultivan a muchos países.
Aunque Rusia tuvo algunos problemas justo después de que comenzase la invasión, ahora está entregando sus productos agrícolas a un ritmo más rápido que el año pasado, con comerciantes internacionales como Viterra y Cargill que aún realizan envíos. Incluso envió algunos volúmenes a Israel, que a menudo compra a Ucrania, según AgFlow. Los envíos de trigo ruso para la temporada 2021-22 totalizaron 34,1 millones de toneladas a partir de esta semana, un 11% menos que el año anterior, informó Interfax.
Rusia también ha dejado de lado a un competidor clave, comenta Hugo Boudet, analista de AgFlow, y señaló que entre el 1 de abril y el 23 de mayo, Rusia incrementó significativamente sus envíos de granos a países como Turquía e Irán en comparación con el año pasado. Otros países que han salido beneficiados son los exportadores de petroleo.
“Ucrania había sido el principal competidor”, sentencia. “Unes todo esto y Rusia tiene una gran ventaja en esta área debido a que hay menos competencia” y la producción de cultivos disminuye en 2022 en el Medio Oriente y África del Norte. “Mucha gente habla de prohibiciones sobre los productos rusos, pero el hecho es que estos países importadores no tomaron ninguna medida directa contra los productos agrícolas de Rusia”.
Es probable que las tendencias actuales duren en el futuro previsible. En Ucrania, los agricultores han estado plantando para la próxima temporada bajo la amenaza de bombas e incluso limpiando los cadáveres de sus tierras. Por su parte, se espera que Rusia coseche una cosecha récord en la nueva campaña gracias al buen tiempo. En contraste, otros grandes proveedores de trigo de EEUU a Europa occidental están experimentando sequías que amenazan sus cultivos. Rusia también ha dominado los envíos de aceite de girasol desde que comenzó la guerra, después de que se cortaron las exportaciones de Ucrania por mar.
“Desde la perspectiva de Rusia, la comida se convierte en un sector económico en el que tiene influencia política y económica”, comenta Benton de Chatham House. “Durante los próximos años más o menos, puedes imaginar a Rusia diciendo, cultivamos mucho grano, te lo daremos si nos apoyas”.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, ha dicho que Rusia está robando su grano en las regiones ocupadas. Dos traders ucranianos aseguran que el ejército ruso está confiscando los granos y los bienes de trabajo en las áreas ocupadas. Egipto se negó a permitir que un envío de trigo ucraniano indocumentado desembarcara en sus puertos.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, coincidió en que se está creando una crisis alimentaria, pero culpó a “aquellos que nos impusieron sanciones y a las propias sanciones que están vigentes”. Las sanciones estadounidenses y europeas no se dirigen explícitamente a las exportaciones de alimentos, pero algunas medidas sobre los bancos han complicado la financiación. El coste de asegurar y enviar el grano ruso se disparó después de la invasión debido a las sanciones y aumentaron los riesgos de navegar en el Mar Negro, donde algunos barcos han sido alcanzados por los bombardeos al comienzo de la guerra.
Mientras que las arcas del estado ruso se hinchan con los ingresos por exportaciones de materias primas, sus ciudadanos también sufren los rápidos incrementos de los precios de los alimentos. Rusia puede ser autosuficiente en materias primas como cereales y azúcar, pero depende de las importaciones para todo, desde materiales para empaquetar alimentos procesados ??y saborizantes e ingredientes esenciales.