Si sueles revisar el celular justo antes de dormir, eres víctima del vamping. Este fenómeno ocurre cuando usamos dispositivos electrónicos en la cama, justo antes de apagar la luz. Aunque parece inofensivo, tiene un impacto directo en la calidad del sueño. Dormir mal no solo te deja cansado al día siguiente. También puede afectar tu metabolismo, tus hábitos alimenticios y tu salud mental.
El término «vamping» hace referencia a un vampiro que te roba las horas de descanso. Y, en efecto, actúa así: altera tu ciclo natural de sueño y provoca consecuencias reales. Por ejemplo, quienes practican vamping tienden a dormir entre tres y cinco horas menos de lo habitual, lo que puede llevar a consumir hasta 385 calorías adicionales al día. La luz de las pantallas aumenta la sensación de hambre, especialmente por alimentos dulces, y daña el metabolismo. Además, el uso excesivo de dispositivos antes de dormir puede empeorar la ansiedad y la depresión.
Niños y adolescentes son los más afectados. Su cuerpo produce hasta un 90% menos de melatonina por la noche si están expuestos a pantallas, lo que interfiere gravemente con su descanso y desarrollo, según el EXCELSIOR.
La raíz del problema está en la luz azul que emiten los dispositivos. Esta luz engaña al cerebro, haciéndole creer que aún es de día. Como resultado, la producción de melatonina se detiene y el momento de conciliar el sueño se retrasa. Es lo que algunos especialistas llaman «insomnio tecnológico».
La buena noticia es que se puede controlar. Existen hábitos simples que ayudan a proteger tu descanso:
Dormir bien no es un lujo; es necesario para pensar con claridad, reaccionar rápido y mantener tu cuerpo saludable. Dejar al «vampiro digital» fuera de tu habitación puede marcar una gran diferencia. Recuperar tus horas de sueño es posible si estableces límites y priorizas tu descanso.