La osteomielitis es una infección del hueso que puede afectar a cualquier persona. Generalmente, está causada por bacterias, aunque en algunos casos intervienen hongos u otros microorganismos. La más común es Staphylococcus aureus, responsable de la mayoría de los casos crónicos.
Esta enfermedad puede ser aguda o crónica. En la forma aguda, los antibióticos suelen resolverla. Pero si se vuelve crónica, la infección persiste y puede destruir el hueso afectado. Los huesos largos, como los de brazos y piernas, son los más propensos. En niños, suele afectar los pies. La columna y la cadera también son zonas de riesgo.
El problema es que la osteomielitis no siempre da señales claras al principio. Por eso, conocerla es vital. Mientras más pronto se detecte, mayores son las posibilidades de tratamiento exitoso y de evitar daños permanentes, según publica Excelsior.
Detectar la osteomielitis a tiempo puede marcar la diferencia. El dolor localizado en el hueso es uno de los signos más frecuentes. Suele empeorar con el tiempo o después de una lesión que parecía mejorar.
Otros síntomas incluyen fiebre, escalofríos y sensación de cansancio general. La zona infectada puede hincharse, enrojecerse y sentirse caliente. En casos con heridas abiertas, puede haber secreción de pus. Estos signos son alerta roja: no esperes a que desaparezcan por sí solos.
Si sospechas una infección ósea, la consulta médica inmediata es imprescindible. El diagnóstico combina análisis de sangre y estudios de imagen como resonancia magnética o tomografía. Una vez confirmada la infección, el tratamiento incluye antibióticos prolongados y, en muchos casos, cirugía para retirar tejido muerto y drenar abscesos. En ocasiones, se requiere un injerto de hueso para recuperar la estructura afectada.
La prevención también es clave. Mantener la piel limpia, atender cortes y raspaduras, y lavarse las manos con frecuencia ayuda a reducir el riesgo. Además, tratar rápidamente infecciones de piel o articulaciones evita que se extiendan a los huesos. Personas con diabetes o mala circulación deben extremar el cuidado, pues tienen mayor probabilidad de desarrollar osteomielitis.