Mohammed VI: un reinado que redefine Marruecos y África

31 de agosto de 2025
1 minuto de lectura

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Por Ouasfi Bouazzati, Tánger

Entre la fantasía mediática y la realidad tangible, el Reino se afirma como un actor imprescindible.

Recientemente, Le Monde publicó un artículo titulado: En Marruecos, el aire de fin de reinado de Mohammed VI. Un titular dramático, pero que confunde sensacionalismo con análisis. El Marruecos contemporáneo merece una mirada atenta, basada en hechos y logros concretos, no en rumores ni especulaciones.

Logros concretos al servicio del pueblo

Desde 1999, Marruecos ha transformado profundamente su panorama económico y social. Tanger Med, el puerto más grande del Mediterráneo y de África, el tren de alta velocidad que conecta Tánger con Casablanca, y la planta solar Noor en Ouarzazate demuestran la modernización tangible del Reino, a pesar de sus recursos naturales limitados. Estas infraestructuras no son simples símbolos; representan una visión estratégica y la determinación de colocar a Marruecos en el escenario global.

Diplomacia africana y reposicionamiento geopolítico

Hoy, Marruecos desempeña un papel central en África gracias a sus inversiones, su sólido sistema bancario y una diplomacia win-win promovida por Su Majestad con sus pares africanos. A nivel internacional, el Reino se ha reposicionado como aliado estratégico de Estados Unidos y socio indispensable de Europa. Este reposicionamiento explica cómo un país considerado pobre ha desarrollado a un ritmo que impresiona tanto a amigos como a rivales.

Una monarquía única y respetada

Lo que distingue a Marruecos es la bai‘a, un vínculo histórico y espiritual entre el pueblo y su soberano. Para los marroquíes, especular sobre la “era post-rey” carece de sentido. Mohammed VI ha dedicado su juventud al servicio del país y de su pueblo. El respeto, la gratitud y los deseos de salud y longevidad reflejan esta continuidad única.

Reconocimiento internacional e influencia global

La elección de Marruecos como co-anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2030 confirma la credibilidad y el alcance internacional del Reino. Ilustra la capacidad de Marruecos para gestionar proyectos de gran envergadura mientras afirma su modernidad y ambiciones.

Conclusión: Un reino en movimiento

Marruecos no está al borde del “crepúsculo”. Construye un modelo donde tradición y modernidad se complementan, donde el compromiso continental y la estrategia internacional se combinan con logros concretos y visión a largo plazo. La imagen de “fin de reinado” refleja más la incapacidad de algunas perspectivas extranjeras de comprender la emergencia de un Marruecos estable, ambicioso e indispensable.

Ouasfi Bouazzati, Tánger.
Doctor veterinario.
Ex presidente del consejo regional de veterinaria.
Ex miembro federal del Partido de la Autenticidad y la Modernidad.

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