En esta tercera entrega de la entrevista que realizó el editor de Fuentes Informadas, José Antonio Hernández, con el canal digital Código Abierto, el veterano periodista, exjefe de sección de Investigación de El País, sostiene que el comisario José Manuel Villarejo ha sido objeto de una investigación policial y judicial, incluida la Fiscalía Anticorrupción, de las llamadas inquisitivas o prospectivas, proscritas en la legislación penal española. Así lo entienden Hernández y altas fuentes jurídicas.
Hernández, periodista de tribunales durante 35 años, asegura que el CNI maniobró con la Policía, la Guardia Civil y la Fiscalía para obtener un permiso judicial que le permitiera acceder al domicilio del comisario para arrebatarle los cientos de audios que Villarejo guardaba en su casa de Boadilla del Monte, grabados a lo largo de su carrera policial, y cuyo contenido era muy delicado, entre ellos, los muy explosivos que Villarejo obtuvo de la amante del rey Juan Carlos, Korina Larssen.
Según cuenta Hernández al periodista de Código Abierto Rodrigo Magna, el CNI sabía que Villarejo había visitado en Londres a Korina y que la había grabado.
En los audios, cinco, que obran en poder de este digital, Korina destapa con todo tipo de detalles los chanchullos de corrupción de don Juan Carlos.
El CNI sabía que Villarejo disponía de esos audios de Korina y de otros cientos más relacionados con políticos, periodistas y empresarios, y entendió que era necesario arrebatárselos para que no trascendiera su contenido.
Para ello, el CNI se sirvió de un ex colaborador suyo de la Casa que conocía de un supuesto delito en el que habría intervenido el comisario en Guinea.
Sobre este delito se montó toda una operación de registro de la casa del comisario y el decomiso de todos sus audios, que nada tenían que ver con el asunto de Guinea pero que, sin embargo, fueron utilizados para abrirle medio centenar de causas judiciales.
Esto es lo que en Derecho se llama investigación prospectiva, es decir, a partir de un delito extender la investigación a toda la vida de una persona.
El CNI convenció a los agentes del orden y a la fiscalía de que era imprescindible acceder a los audios y que una forma de hacerlo era abriéndole una causa judicial y que un juez ordenase la incautación de los mismos.
Lo normal es que la justicia, cuando decreta un registro, limite el objeto del mismo al delito que se investiga; en este caso, un supuesto delito fiscal en Guinea. Pero no fue así, de esos audios salieron medio centenar de piezas.
El registro se hizo de todo. Lo que no sabían los agentes, o no quisieron ni intuir, es que había más copias de esos audios y que los mismos acabarían en la prensa y que don Juan Carlos, que era al que el CNI pretendía proteger, tendría que irse de España por esas revelaciones de su amante.
De ello se infiere que la actuación del CNI en absoluto logró su objetivo de preservar al Rey. Fue, en ese sentido, calamitosa.
Hernández desvela también que el primer medio que tuvo acceso a todos esos audios, y publicó parte de ellos, fue FUENTES INFORMADAS, y en concreto, su editor, que los compartió con El País.
[Arriba de esta información se puede escuchar el pasaje de la entrevista de Hernández en lo relativo a los audios del comisario]
El CNI es muy peligroso y un fracaso su actuación porque el Rey tuvo que irse y no defiendo al emérito
Es muy grave todo lo que se cuenta aquí y nadie hace nada
estamos en manos de chorizos y sinvergüenzas y el CNI lo peor
Villarejo ha hecho muchos servicios s este país, dejadlo ya en paz