En España, el cáncer de riñón es el octavo más frecuente, con 9.774 nuevos casos estimados para 2025 y 2.245 muertes registradas en 2023, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que ha difundido estos datos con motivo del Día Mundial del Cáncer Renal, celebrado este 19 de junio. Aunque la incidencia no es tan alta como en otros tipos de cáncer, sigue representando un importante reto sanitario.
Una de las principales vías actuales de diagnóstico es el hallazgo incidental mediante pruebas de imagen realizadas por otros motivos en pacientes sin síntomas. Esta detección precoz ha permitido mejorar notablemente el pronóstico del cáncer renal, facilitando intervenciones tempranas y más eficaces.
En los últimos 15 años, los avances en tratamiento han sido notables. Mientras que antes los pacientes con carcinoma de células renales (CCR) avanzado apenas alcanzaban una supervivencia de cinco a siete meses con cirugía o interferón, ahora los nuevos tratamientos permiten superar los 40 meses de supervivencia, con una calidad de vida aceptable.
En concreto, medicamentos como pembrolizumab, un anticuerpo monoclonal anti-PD1, han demostrado mejorar la supervivencia global cuando se administran después de la cirugía en pacientes con riesgo intermedio o alto de recaída, lo que lo ha convertido en una herramienta clave en la estrategia terapéutica.
En la práctica clínica, los pacientes con cáncer renal avanzado reciben una secuencia de tratamientos que combina terapias dirigidas e inmunoterapia. La elección del tratamiento depende del estado del paciente y del pronóstico, y las combinaciones de inhibidores de tirosina-quinasa (TKI) con inmunoterapia han mostrado mejores resultados que el uso aislado de TKI.
De cara al futuro, los principales retos son mejorar la secuenciación de los tratamientos, integrar nuevos fármacos como los inhibidores de HIF-2α y desarrollar biomarcadores que permitan personalizar las terapias. Estos avances podrían optimizar aún más la eficacia del tratamiento y aumentar la supervivencia en pacientes con cáncer renal.