Robert Prevost, cardenal de nacionalidad estadounidense y peruana, fue elegido el pasado 8 de mayo como nuevo pontífice de la Iglesia Católica, convirtiéndose en el Papa número 267º, asumiendo el nombre de León XIV. El cónclave, donde 133 cardenales votaron, lo eligieron en la cuarta votación del segundo día, lo que indica un consenso significativo. Su profunda conexión con Latinoamérica, su firme defensa de los migrantes y sus críticas abiertas al gobierno actual de Estados Unidos lo perfilan según expertos, como una figura papal de visión comprometida, y de conciencia social, legados de su antecesor el Papa Francisco.
En un mundo convulso, de conflictos armados, guerras arancelarias, crisis humanitarias y migratorias, de desigualdad, discriminación, cambio climático, adicciones al alza, trastornos de salud mental, inseguridad y violencia se requería de un misionero de paz.
León XIV, es uno de los Papas más jóvenes, el primero de origen estadounidense y el segundo de América Latina, nació en Chicago, Illinois, considerada ciudad santuario, una urbe que tiene políticas y leyes que limitan la cooperación con las autoridades federales de inmigración en cuanto a la detención y deportación de personas, por ello, su pensamiento abierto al tema social, por ello, la derecha trumpista lo acusa de ser woke (progresista) y marxista.
Es el primer Papa agustino en más de 500 años, una orden mendicante con 800 años de historia y vocación misionera, para quienes desconocen, esta orden religiosa vive de la limosna y la caridad de los demás, en lugar de tener bienes propios como los monasterios. Se caracterizan por su estilo de vida de pobreza, viajes y vida en áreas urbanas, enfocándose en la predicación, evangelización y ministerio, especialmente entre los más necesitados. Los Agustinos tienen una larga tradición de compromiso con la educación, incluyendo la creación y gestión de escuelas, colegios y universidades.
Además es matemático graduado en la Universidad de Villanova, con estudios en teología, filosofía y derecho eclesiástico; es políglota, habla inglés, español, italiano, francés y portugués, y tiene conocimientos en alemán y latín. Como parte de su experiencia eclesiástica, fue obispo de Chiclayo, Perú, donde también se desempeñó como misionero, juez eclesiástico y docente. Su cercanía con el Papa Francisco, queda de manifiesto, en 2023 es nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina.
Promueve una Iglesia más abierta al diálogo, llamado a la paz y la unidad, donde la participación de laicos y mujeres se vuelve esencial en la toma de decisiones, apoyó reformas que han permitido que mujeres ocupen cargos estratégicos dentro de la Curia Romana.
En su primer mensaje como Papa, instó a construir puentes, defender la dignidad humana y avanzar hacia una Iglesia misionera. Desde el balcón del Vaticano, dedicó palabras en español a la comunidad peruana, reafirmando su vínculo afectivo con la región. Es considerado un puente entre las alas conservadoras y progresistas del catolicismo.
Como pasatiempos, disfruta de leer, pasear y conocer nuevos lugares, lo que complementa su visión amplia y empática del mundo. Se considera un amante del tenis, aunque admite que ha tenido poco tiempo para jugar desde su llegada a Roma.
Iglesia sabia, eligió un misionero de la concordia; el nuevo orden económico la obliga a blindar su doctrina en contra de los nuevos profetas que anuncian el derrumbe de los estados nacionales, de nuevos paradigmas que incluyen la evangelización de su doctrina: el individualismo, desprovista de santos y vírgenes, alejada de nuestra realidad nacional. Los países se reagrupan en regiones, compitiendo por los mercados de consumo, el hombre pasa a segundo plano, la pobreza se multiplica, la industria y el comercio nacional son avasallados por las grandes trasnacionales, dejando a su paso legiones de desempleados que pululan por todos los continentes de nuestro mundo global. En este mundo acelerado, la misión es regresar la espiritualidad, respetando todas las creencias culturales y religiosas, cuidar al prójimo, la promoción de la paz y el servicio a los más necesitados. Por un mundo mejor. Sumemos Voces.
*Por su interés, reproducimos este artículo escrito por Teporaca Romero Del Hierro, publicado en El Diario de Chihuahua.