Hoy: 23 de noviembre de 2024
El tenista español Carlos Alcaraz se ha proclamado campeón del torneo de China, un evento ATP 500 en pista dura, tras realizar una remontada emocionante en la final contra el italiano Jannik Sinner, actual número uno del mundo.
Alcaraz se llevó el triunfo en tres sets con parciales de 6-7, 6-4 y 7-6, en un partido que se prolongó durante tres horas y 24 minutos, según informa EP.
De este modo, Alcaraz confirmó la recuperación de su mejor nivel a lo grande, ganando el cuarto título de la temporada ante el número uno del mundo en una final para la historia. El murciano y Sinner demostraron sobre la pista central del torneo por qué están llamados a dominar la próxima década en el mundo del tenis, en un partido en el que ambos tuvieron momentos de brillantez y dieron el espectáculo previsto.
Un triunfo de Alcaraz que supone también el primer título de su carrera en tierras asiáticas, así como el primer ATP 500 que consigue en superficie dura, la única que le quedaba por conseguir un torneo de esta categoría.
Además, la victoria ante el de San Candido deja un 6-4 favorable en su cara a cara, dominado en este 2024 por el de El Palmar, que ha ganado hasta ahora los tres duelos tras su victorias en Indian Wells y Roland Garros.
Otro dato que confirma el gran año del número uno español es su racha ante rivales del Top 5, ante los que ha conseguido ocho victorias tres ante Sinner, tres ante Daniil Medvedev, una ante Alexander Zverev y otra ante Novak Djokovic de nueve enfrentamientos, cayendo solo en la final olímpica ante el serbio.
La lograda ante Sinner la basó en una imparable derecha que le permitió sumar hasta 36 de sus 55 winners. También estuvo insistente en sus subidas a la red, donde cerró 25 de las 34 que realizó. Además, Alcaraz estuvo especialmente punzante al resto, ganando el 47% de los segundos saques de Sinner, lo que le sirvió para quebrar su saque una vez en cada manga.
El inicio de partido fue esperanzador para el español, muy agresivo y amenazando el primer servicio de su rival, con un 0-40 que no pudo aprovechar por el buen hacer del italiano. Fue un aviso porque en el siguiente saque, el ganador de cuatro Grand Slams rompió y eso le llevó a tener en su mano el primer parcial.
De hecho, sin bajar su nivel de tenis y pese a la paulatina mejoría de Sinner, Alcaraz gozó de una ventaja de 5-2 y de 5-3 y saque, pero el número uno dejó claro entonces su nivel para volver a igualar un choque que se decidiría en el tie-break. Ahí, el murciano dominó y tuvo dos bolas de set, pero no las desaprovechó y le terminó costando caro para verse por detrás en el marcador (8/6) por primera vez en todo el torneo.
Con la remontada como objetivo arrancó el segundo set el subcampeón olímpico, pero Sinner estaba ya asentado y no daba tampoco opciones. Las opciones al resto desaparecieron hasta el séptimo juego donde Alcaraz rozó el break. Y tras desaprovechar un 15-40, sufrió lo indecible en el siguiente juego, el más largo del partido, con el italiano teniendo dos bolas de rotura a las que tampoco sacar rédito.
Esto dio más fe a Alcaraz, que apretó en el siguiente para conseguir el ansiado break, que esta vez no dejó escapar cerrando con su saque el set y enviando el partido a un tercero y definitivo donde ambos mantuvieron su gran nivel y donde el de El Palmar lo volvió a tener en su mano.
Así, Alcaraz, de nuevo confiado en su tenis, rompió pronto y cogió ventaja ante un Sinner algo más irregular y que estuvo contra las cuerdas con un 15-40 con 3-1 a favor del español. El campeón de Australia y Estados Unidos salvó la situación para seguir con una vida que alargó tras hacer el break en un mal octavo juego del murciano.
Y en el momento más tenso de la final ambos demostraron las razones que dictan que están llamados a dominar el tenis en la próxima década. Alcaraz y Sinner exhibieron su mejor nivel de tenis del partido y llevaron la decisión final a una nueva muerte súbita. El número uno del mundo amenazó con un 3/0 inicial, pero la respuesta del español fue demoledora, con siete puntos consecutivos para quedarse con el título.