Hoy: 10 de noviembre de 2024
La defensa de Pau Rigo, el anciano de Porreres (Mallorca) que disparó y mató a un ladrón que irrumpió en su hogar, ha presentado un nuevo escrito ante la Audiencia Provincial solicitando nuevamente su absolución, argumentando que actuó en legítima defensa. Esto se produce ante la proximidad del nuevo juicio con jurado popular, programado para principios de noviembre.
El abogado Eduardo Valdivia, quien ahora representa al octogenario, ha subrayado en su escrito que los dos asaltantes, encapuchados y armados con patas de cabra, entraron a la casa de Rigo con intenciones violentas. Según la defensa, cuando los intrusos intentaron agredir a Rigo, este disparó en un acto de defensa, sin intención de matar, y sin poder distinguir claramente al ladrón, ya que no llevaba puestas sus gafas.
Es importante recordar que el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) ordenó la repetición del juicio, al considerar nula la sentencia anterior que absolvía a Rigo, tras un recurso presentado por la Fiscalía.
Los hechos que se juzgan ocurrieron en febrero de 2018, en una casa de campo en Porreres. Rigo, quien entonces tenía 78 años, enfrenta una acusación de homicidio por la muerte de uno de los asaltantes. Durante el segundo robo en pocos meses que sufría el matrimonio de ancianos, Rigo logró tomar una escopeta de caza y disparó contra uno de los ladrones, causándole la muerte.
Inicialmente, el juicio concluyó con un veredicto que se interpretó como condenatorio. Sin embargo, al constatarse que no se había alcanzado la mayoría suficiente, se iniciaron recursos que llevaron a la absolución de Rigo por parte de la magistrada.
La controversia surgió a partir de la redacción de una de las proposiciones del veredicto entregado al Jurado. Este descartó unánimemente que Rigo hubiera disparado con intención de matar al ladrón. No obstante, en otro punto del veredicto, el Jurado votó cinco a cuatro, lo que no es suficiente para una condena, afirmando que Rigo era culpable de matar al ladrón bajo una amenaza real, seria e inminente, que afectó gravemente su capacidad de entender y controlar sus actos.
La defensa de Rigo en su momento argumentó que esa redacción contemplaba circunstancias atenuantes en caso de que se hubiera probado el homicidio, pero dado que no se alcanzó el número de votos necesarios para una condena, la absolución debía ser la consecuencia. La sentencia posterior aceptó este argumento, pero la Fiscalía la recurrió, lo que finalmente llevó al TSJIB a ordenar la repetición del juicio.