Hoy: 24 de noviembre de 2024
El Juzgado de Instrucción número 4 de Igualada ha ordenado prisión provisional sin fianza para Brian C, el detenido el pasado jueves por los Mossos d’Esquadra por presuntamente violar a una menor de 16 años cuando salía de la discoteca Epic de Igualada la madrugada del 1 de noviembre pasado, según informa El Mundo. El sospechoso, de 21 años y nacionalidad boliviana, pasó a disposición judicial este sábado tras estar 48 horas detenido aunque sólo respondió a preguntas de su abogado. Después ingresó en la prisión de Brians, aunque en la unidad sanitaria ya que existe riesgo de suicidio según fuentes penitenciarias.
El sospechoso está acusado de un delito de agresión sexual y de otro se intento de asesinato por la gravedad de las heridas que provocó a la víctima al atacarla con una barra de hierro. Fuentes judiciales apuntan a que quiso acabar con la vida de la menor tras violarla. El acusado tiene varios antecedentes por agresión sexual ya que presuntamente abusó de una familiar y por eso su madre lo echó de casa. Además, también lo imputaron en otra ocasión un presunto maltrato a una ex pareja.
Precisamente, la madre del detenido colaboró con la policía para reunir indicios contra él ya que desde hacía semanas que los agentes habían estrechado el cerco. A partir de una imagen borrosa en una cámara de seguridad de la zona pudieron situarlo y, con la declaración de testigos, consiguieron identificarlo. En este sentido, los antecedentes del sospechoso, como la agresión sexual a una familiar, contribuyeron a perfilar al presunto autor de la brutal violación y agresión con una barra de hierro en la cabeza y otras partes del cuerpo que provocaron que la víctima estuviera ingresada durante meses en el hospital, tuviera que ser intervenida varias veces y le han quedado varias secuelas como pérdida auditiva y de visión, entre otras.
Los Mossos presentaron varios indicios al juzgado como la triangulación del teléfono móvil del sospechoso que lo sitúa en el lugar del delito la noche que ocurrieron los hechos y a la misma hora. Los agentes registraron durante más de seis horas su vivienda en el centro de Igualada para buscar otras pruebas que lo relacionen con esta violación. Así encontraron la ropa que llevaba la noche del ataque el sospechoso que se deben analizar para saber si hay restos de ADN de la víctima. A la espera de los resultados, los Mossos culminaron una compleja investigación policial de un procedimiento que está bajo secreto.
La madrugada del pasado 1 de noviembre la víctima estuvo con unas amigas en una fiesta de Halloween en la discoteca Epic de Igualada, como así avisó a su madre, y cerca de las seis de la mañana se fue sola y a pie hacia la estación de tren para ir a su casa, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona. Al pasar por un polígono fue atacada, violada brutalmente y abandonada inconsciente en el polígono Les Comes de Igualada, donde la encontró un camionero que en un primer momento pensó que estaba muerta.
La menor permaneció casi dos meses hospitalizada tras sufrir un grave traumatismo craneoencefálico, con pérdida de audición en un oído, y varios desgarros internos que le han dejado importantes secuelas, lesiones por las que ha sido intervenida quirúrgicamente en cinco ocasiones.Más en El MundoEl jueves de los famosos, en imágenesAsí son hoy las supermodelos de los 90: alucinantes cambios y asombrosos parecidos
Este viernes, el comisario jefe de los Mossos, Josep Maria Estela, aseguró que se detuvo al sospechoso tras casi seis meses de “trabajo intenso y silencioso, de noches inacabables, de días frenéticos y de vigilancias discretas, de trabajo en equipo, constante, persistente y permanente”. Además añadió que “nuestros fundamentos en la lucha contra las violencias sexuales se mantienen firmes, robustos y sólidos. La detención de ayer es una muestra más de nuestro compromiso para detener esta lacra, una realidad que, desgraciadamente, lejos de desaparecer se continúa extendiendo y que tenemos que erradicar de raíz”.
“Para nosotros, la víctima es el centro de nuestro trabajo. Es igual de importante la detención del autor del delito, que reunir las pruebas necesarias para concluir la autoría de los hechos, que atender a la víctima, acompañarla y ponernos a su disposición”, remarcó el comisario jefe. En esta investigación participaron un centenar de agentes de los Mossos, de los cuales unos treinta pertenecen a la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS), que en todo momento ha acompañado a la víctima.