Hoy: 23 de noviembre de 2024
Mostrando su apoyo y luciendo una sonrisa radiante, Tamara Falcó acudió al restaurante propiedad de Íñigo Onieva. Descendió del coche conducido por el chófer de su madre y entró rápidamente al local, visiblemente entusiasmada por ver, con sus propios ojos, cómo se encontraba el restaurante.
Desde que la pareja se diera el sí, quiero, hemos observado su disfrute en planes conjuntos tanto en España como en el extranjero. En los últimos meses, han coordinado sus agendas para fortalecer su relación aprovechando el tiempo libre. Ahora que el empresario se encuentra inmerso en los preparativos de su restaurante, la marquesa de Griñón, como no podía ser de otra manera, ha querido estar muy presente.
Después de unas horas en el interior, Tamara Falcó salió del local y ofreció algunas sonrisas a la prensa, aunque mantuvo en secreto sus impresiones sobre el restaurante. No reveló si había tenido la oportunidad de probar algunos de los platos que formarán parte del menú de Casa Salesas.
Un repartidor llegaba a la entrada del restaurante con numerosas cajas que contenían envases de cartón para alimentos y otros productos necesarios para la inauguración del local. Una persona del equipo se encargaba de firmar los albaranes y confirmar la entrega del pedido antes de ordenar que se entraran las cajas al interior.
Varias horas más tarde, cuando ya se había ido el sol en la capital, Íñigo Onieva atendía amablemente a los periodistas a la salida del restaurante. Desvelaba que la visita de Tamara Falcó había sido un éxito pero sin dar muchos detalles.
“Todo bien, todos muy contentos, muchas gracias”, expresó. El marido de la marquesa de Griñón salía del local donde se ultiman los detalles para su apertura y se alegraba al conocer que los reporteros le agradecen que hubiera tenido el gesto de invitarles a almorzar. Además, los periodistas destacan lo buena que estaba la comida, a lo que Onieva reacciona diciendo: “Espero que os haya gustado…. Me alegro, me alegro de que os gustara”.