El portavoz del Poder Judicial de Irán, Asghar Jahangir, anunció este martes la decisión de conmutar la pena de muerte por una condena de 20 años de prisión al multimillonario Babak Zanjani. El magnate de los negocios fue sentenciado en 2016 por malversación de fondos del Ministerio de Petróleo con el fin de evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos.
«La sentencia de este caso contemplaba que, en caso de devolver los activos, compensar los daños y mostrar arrepentimiento, tendría derecho a una reducción de pena», expresó el portavoz, según la agencia de noticias Mizan, afiliada al Poder Judicial de la República Islámica.
En ese sentido, Jahangir ha declarado que esta decisión ha llegado tras la restitución del dinero al Estado iraní y a la colaboración del magnate, que ha estado en prisión más de una década.
Zanjani, ex director gerente del Grupo Sorinet una de las compañías más grandes del país y con sede en Emiratos Árabes Unidos, fue detenido en 2013 tras ser acusado de retener más de 2.700 millones de dólares (unos 2.500 millones de euros) del Ministerio de Petróleo.
La defensa de Zanjani ha declarado que apelará la decisión de la corte para tratar de reducir aún más la sentencia de prisión, argumentando que su cliente no recibió un juicio justo y que las acusaciones en su contra fueron exageradas o fabricadas.
Aunque la conmutación de la pena de muerte por prisión es un alivio para Zanjani y sus partidarios, el caso sigue siendo un recordatorio de los desafíos políticos y legales que enfrentan los empresarios en Irán y la complejidad del sistema judicial del país.