El Parlamento griego ha dado un paso histórico al aprobar la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, convirtiéndose en el decimosexto país de la Unión Europea en reconocer la igualdad en las uniones civiles.
«Se trata de un hito para los Derechos Humanos que refleja la Grecia actual: un país progresista y democrático, apasionadamente comprometido con los valores europeos», ha afirmado el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en la red social X.
El proyecto de ley recibió 176 votos a favor, con el respaldo de los opositores Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) y la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA), mientras que 76 votaron en contra. Hubo un total de 46 diputados ausentes, según ha recogido el diario Kathimerini.
Durante su intervención en el pleno, Mitsotakis ha defendido que la medida «hace justicia» a las personas del mismo sexo y hace «visibles a personas que antes eran invisibles». «Este proyecto de ley pretende unir y no dividir», ha agregado.
Sin embargo, el diputado Andonis Samarás, del gubernamental Nueva Democracia, ha generado controversia al afirmar que el matrimonio homosexual «no constituye un derecho humano» ni está garantizado por el Derecho Internacional.
«Los Derechos Humanos son una cuestión demasiado seria para trivializarlos de esta manera. Y cualquier interpretación abusiva los menosprecia. Un derecho humano no es lo que uno pretende reclamar», ha asegurado, según ha recogido el diario To Vima.
Samarás argumentó que la medida supone una «regresión» del derecho a la familia, puesto que los menores tienen derecho a tener padres de ambos sexos, y una «abolición» del modelo de familia nuclear.
La legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Grecia es parte de una serie de reformas introducidas por el primer ministro Mitsotakis para avanzar en los derechos LGBTQ desde que llegó al poder en 2019.