Este 8 de mayo se cumplen 80 años desde la rendición incondicional de la Alemania nazi ante los aliados, lo que marcó el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Tres meses después, con la capitulación del Japón imperial, concluía el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad. En este aniversario, rendimos homenaje al heroísmo de los soldados aliados y combatientes de la resistencia, así como a las millones de víctimas civiles, incluidos los seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto.
De esta devastación nació la determinación colectiva de impedir que semejantes atrocidades volvieran a repetirse. Esta voluntad se materializó en la fundación de las Naciones Unidas, una organización dedicada a preservar la paz, promover los derechos humanos y defender el derecho internacional. Fundada pocas semanas después del final de la guerra, la ONU representó la esperanza de un mundo más justo y unido frente a la agresión y la injusticia.
Del mismo modo, la integración europea cobró forma desde las ruinas de la guerra. Visionarios como Robert Schuman, Alcide De Gasperi, Konrad Adenauer y Winston Churchill impulsaron la creación de instituciones clave como el Consejo de Europa, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y, más adelante, la Unión Europea, que han sido pilares para la paz, la prosperidad y la democracia en el continente.
Sin embargo, este aniversario también nos obliga a mirar el presente. Desde el 24 de febrero de 2022, Europa ha vuelto a ser escenario de una guerra injustificada: la invasión a gran escala de Rusia contra Ucrania. Este ataque, contrario al derecho internacional y a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, ha traído consigo crímenes de guerra, violencia sistemática contra civiles y el desprecio total por la soberanía ucraniana.
Recordamos también que el final de la Segunda Guerra Mundial no significó libertad para toda Europa. La Unión Soviética, inicialmente aliada del régimen nazi mediante el Pacto Molotov-Ribbentrop, terminó dominando la mitad del continente tras la guerra. Europa del Este vivió bajo regímenes totalitarios hasta 1989. Hoy, Ucrania sigue luchando por esa misma libertad.
*Información de El Mostrador.