Utrera respira aliviada tras la desarticulación de una peligrosa banda que había protagonizado al menos seis robos con violencia en la localidad. En una operación conjunta, la Guardia Civil y la Policía Local han detenido a dos jóvenes —uno de ellos considerado autor material de los atracos— que actuaban encapuchados y armados con cuchillos o armas de fuego.
Los delitos, cometidos entre abril y mayo, se concentraban en salones de juego, tiendas de alimentación y la vía pública, y en su mayoría tenían como objetivo a trabajadoras solas. En uno de los casos, uno de los asaltantes persiguió a dos jóvenes por la calle, los acorraló y los amenazó con un cuchillo para arrebatarles sus pertenencias.
La investigación se centró rápidamente en un joven residente en una localidad cercana, que fue arrestado apenas minutos después de cometer otro robo, gracias a un dispositivo coordinado con la Policía Local. El sospechoso había intentado despistar a los agentes cambiándose de ropa tras el asalto, sin éxito.
La operación, bautizada como ORIN, reveló la participación de un segundo implicado, supuestamente encargado de tareas logísticas y de ocultación. Tras varios registros, se localizaron efectos sustraídos y una de las armas utilizadas, lo que permitió su detención. El principal acusado ha sido enviado a prisión provisional por orden del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de Utrera, mientras que su cómplice ha quedado en libertad con cargos.
La colaboración entre cuerpos policiales y la rápida actuación han sido claves para neutralizar una amenaza que tenía en vilo a vecinos y comerciantes de Utrera. La investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones.