Los cabecillas tenían una piara de cerdos para eliminar a los internos que iban liquidando
El miércoles 20, un extenso operativo conjunto que involucró a miles de agentes de la policía y el ejército venezolano se llevó a cabo con el objetivo de retomar el control de la prisión de Tocorón, situada en el estado de Aragua, donde la cúpula del temible Tren de Aragua ha operado de manera impune durante la última década.
El Tren de Aragua, una organización criminal que se considera una de las más peligrosas y poderosas de Sudamérica, se cree que tiene presencia en 11 de los 23 estados de Venezuela y ha extendido sus tentáculos a países vecinos como Colombia, Ecuador y Perú.
Desde su presunto inicio en 2010, esta banda criminal ha estado involucrada en una serie de actividades delictivas que incluyen homicidios, extorsión, tráfico de drogas, contrabando, trata de personas y secuestros.
En 2013, las autoridades arrestaron y encarcelaron a Héctor Guerrero Flores, conocido como “Niño Guerrero”, quien era el líder de la organización criminal, en Tocorón. Sin embargo, en lugar de cumplir su condena, Guerrero se convirtió en un “pran”, término usado para describir a los líderes criminales que controlan las prisiones, y estableció una estructura criminal que permitía que el Tren de Aragua controlara el interior de la cárcel mientras las fuerzas de seguridad custodiaban el exterior.
Se estima que en la actualidad, al menos 30 de las 45 cárceles en funcionamiento en Venezuela están bajo el control de pranes. Esta problemática se ha visto exacerbada principalmente por el hacinamiento en las prisiones y la influencia que han adquirido los grupos criminales a través del tráfico de armas y drogas.
Algunos de los hallazgos en la cárcel
De manera sorprendente, durante el desalojo de la prisión, se descubrieron diversas instalaciones inusuales, incluyendo un zoológico con animales, incluyendo especies exóticas, un criadero de cerdos utilizado aparentemente para deshacerse de los cuerpos de las víctimas, un establo con caballos, una piscina y áreas de juegos para niños.
Además, cantantes y DJs contratados por las altas figuras de la prisión solían frecuentar una discoteca llamada ‘Toko’ que fue descubierta. Otros descubrimientos incluyen un espacio para peleas de gallos, tiendas para compras, una barbería, un cajero de Bitcoin y bancos ficticios, así como un restaurante, entre otras comodidades.
Durante el operativo, se incautaron miles de armas y drogas que presuntamente salían de la cárcel hacia los puntos de venta. Los líderes de la organización lograron escapar a través de túneles conectados a un lago en el estado de Valencia, mientras que muchos de sus seguidores permanecieron en la prisión.
Es notable que dentro de la misma cárcel vivían familiares y niños de los reclusos, lo que resalta la corrupción y la complejidad de la situación en el país.