Hoy: 22 de noviembre de 2024
Este miércoles, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha publicado un informe en el que se arroja luz sobre los sucesos acontecidos en la frontera de Melilla a principios del mes de julio. Además de autopsia, el documento contiene algunas recomendaciones que Marruecos hace a España sobre el aumento de la seguridad y la intensificación de la ayuda humanitaria.
La investigación llevada a cabo por la comisión ha cifrado en 23 los fallecidos en la valla y sus inmediaciones, cinco de los cuales perdieron la vida mientras eran trasladados al hospital. También se han registrado 217 personas heridas, entre las que se contaban 77 migrantes y 140 policías.
Respecto a las causas de muerte, la CNDH ha señalado la asfixia como la principal y más recurrente, aunque augura que buena parte de los fallecimientos se produjeron por golpes, caídas y empellones provocados por la situación de caos, aunque tampoco descartan “un uso desproporcionado de la fuerza” por parte de los agentes de la ley.
La presidenta de la CNDH, la marroquí Amina Bouayach, ha dictaminado que las medidas adoptadas por el Gobierno español para salvaguardar la seguridad en la frontera de Melilla “no son suficientes”, pues “no impiden que los migrantes crucen”, si bien también reconoce que estos han tomado una vía más violenta al portar “palos y piedras” en su travesía desde Nador hasta el territorio peninsular.
Con todo, la comisión solicita la puesta en marcha de una investigación judicial en la que se “inicien nuevas consultas con la Unión Europea”, quien ya condenó la violencia el pasado 4 de julio, tachándola de “inaceptable”.