Ocho bebés han nacido en Reino Unido utilizando material genético de tres personas. El objetivo: prevenir enfermedades mitocondriales, trastornos devastadores y, en muchos casos, mortales. Así lo informó un equipo médico del Centro de Fertilidad de Newcastle, según recoge el diario El Observador.
La técnica, desarrollada por científicos británicos, combina el óvulo y el esperma de los padres con un segundo óvulo donado por otra mujer. Legal en el país desde hace una década, esta es la primera vez que se demuestra su efectividad con nacimientos exitosos.
Las mitocondrias, pequeñas estructuras celulares responsables de producir energía, son clave. Cuando son defectuosas, pueden provocar un fallo energético generalizado. Esto causa daños graves: debilidad muscular, convulsiones, daño cerebral, ceguera, fallos orgánicos. Algunos bebés mueren a los pocos días de nacer.
Estas enfermedades son hereditarias. Se transmiten exclusivamente de madre a hijo. Por ello, la técnica de “tres personas” sustituye las mitocondrias maternas por otras sanas, donadas por una mujer.
El procedimiento se desarrolló en la Universidad de Newcastle y en 2017 se creó un servicio especializado dentro del NHS (Servicio Nacional de Salud británico).
Los óvulos de la madre y de la donante se fecundan con esperma del padre. Luego, se extraen los pronúcleos (estructuras con el ADN principal) y se introducen en el embrión que contiene mitocondrias sanas. Así, el bebé resultante es genéticamente hijo de sus padres, pero libre de enfermedades mitocondriales.
El proceso se aplicó a 22 familias. El resultado: ocho bebés nacidos (cuatro niñas, cuatro niños, incluidos gemelos) y un embarazo en curso. Todos están sanos y alcanzan los hitos del desarrollo esperados. En un caso se detectó epilepsia autolimitada. En otro, un ritmo cardíaco anormal que se está tratando con éxito. No se cree que estén relacionados con las mitocondrias.
En cinco casos, no se detectaron mitocondrias enfermas. En tres, entre el 5% y el 20% de las mitocondrias eran defectuosas, por debajo del umbral (80%) asociado a la enfermedad. Los investigadores afirman que se necesita más estudio.
La profesora Mary Herbert, de las universidades de Newcastle y Monash, señaló:
“Los resultados dan motivos para el optimismo. Pero será esencial seguir investigando para mejorar la técnica”
Las familias, que han preferido mantener el anonimato, han dado declaraciones a través del centro médico. Una madre expresó:
“Después de años de incertidumbre, este tratamiento nos dio esperanza, y luego, a nuestro bebé. Ahora lo vemos lleno de vida y posibilidades. Estamos abrumados por la gratitud”
Otra madre añadió:
“Gracias a este increíble avance y al apoyo que recibimos, nuestra familia está completa. La carga emocional de la enfermedad mitocondrial ha desaparecido. En su lugar, hay esperanza, alegría y una gratitud profunda”
Algunas parejas han perdido varios hijos antes de acceder a esta técnica. El equipo médico estima que entre 20 y 30 bebés podrían nacer cada año bajo este método.
Reino Unido no solo lideró el desarrollo de esta técnica. También fue el primer país en legalizarla, tras una votación parlamentaria en 2015. Fue un paso histórico, pero no exento de debate.
Las mitocondrias tienen su propio ADN. Eso implica que los bebés heredan la mayoría de su mapa genético de sus padres, pero también una pequeña fracción (alrededor del 0,1%) de la donante. En niñas, este cambio se transmite a futuras generaciones. Se trata, por tanto, de una modificación permanente de la herencia humana.
Para algunos, esto generó preocupación. Temían que fuera la antesala de «bebés de diseño«, genéticamente modificados. Pero para muchos otros, es un avance extraordinario.
El profesor Doug Turnbull, de la Universidad de Newcastle, lo resume así:
“Este es el único lugar del mundo donde algo así podía suceder. Ciencia de primer nivel, legislación adecuada, apoyo del sistema público de salud. Y ahora, ocho niños que parecen estar libres de enfermedades mitocondriales. Un resultado maravilloso”
Liz Curtis, fundadora de la organización benéfica Lily Foundation, celebró la noticia:
“Después de años de espera, sabemos que han nacido ocho bebés sanos gracias a esta técnica. Para muchas familias, es la primera esperanza real de romper el ciclo de una enfermedad hereditaria devastadora”