Un potente terremoto de magnitud 7.1 golpeó este martes una remota región montañosa en el oeste de China y áreas de Nepal, causando una devastación significativa. En el Tíbet, al menos 95 personas perdieron la vida y 130 resultaron heridas, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), .
El epicentro del terremoto se ubicó en el condado de Tingri, una región tibetana conocida por su altitud extrema y baja densidad de población. Más de 1.000 viviendas sufrieron daños considerables, dejando a muchas familias sin hogar en medio del invierno, según informa Diario de Yucatán.
Equipos de rescate trabajan contrarreloj entre montones de escombros, buscando sobrevivientes en las estructuras colapsadas. Videos difundidos por las autoridades muestran a personas siendo rescatadas en camillas y calles cubiertas de ladrillos y restos de edificios.
En las tres horas posteriores al sismo, se registraron más de 50 réplicas, lo que agravó la situación. Las autoridades cerraron la zona del Everest en el lado chino como medida de precaución. Mientras tanto, en Katmandú, capital de Nepal, los residentes despertaron abruptamente y salieron de sus hogares tras sentir con fuerza el movimiento telúrico, aunque no se reportaron daños significativos en esa región.
El presidente de China, Xi Jinping, ordenó la movilización de más de 3.000 rescatistas y anunció un fondo de emergencia de 100 millones de yuanes (13.6 millones de dólares) para atender la crisis. El vice primer ministro Zhang Guoqing se trasladó a la zona para supervisar las operaciones de rescate.
El área afectada se encuentra en la frontera entre las placas tectónicas de India y Eurasia, una región propensa a terremotos de gran intensidad que pueden alterar la geografía de las montañas del Himalaya. La altitud media del área cercana al epicentro es de 4,200 metros, lo que complica aún más las labores de rescate y asistencia.
El terremoto ha dejado una estela de destrucción en una región ya de por sí aislada y de difícil acceso, recordando la vulnerabilidad de las comunidades montañosas ante los desastres naturales. Las autoridades chinas continúan trabajando para brindar ayuda a los afectados y minimizar las pérdidas humanas y materiales.