El acusado no enfrenta cargos por distribución de material, sino por su posesión y almacenamiento con fines personales
Un hombre acusado de almacenar más de 400 vídeos de pornografía infantil ha reconocido los hechos y ha admitido la pena de cuatro meses de prisión y la condena de un año de libertad vigilada y la inhabilitación para desempeñar cualquier oficio, profesión o actividad, pagados o no, que conlleven un contacto regular y directo con menores durante cuatro años. La vista oral estaba señalada para este jueves en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo, según ha informado la Fiscalía.
Los hechos se remontan a un registro llevado a cabo en el domicilio del acusado en el concejo de Ribera de Arriba. Durante el registro, que fue autorizado por orden judicial en octubre de 2022, las autoridades descubrieron un perturbador conjunto de pruebas. En su ordenador personal, así como en una tarjeta SD y en su teléfono móvil, se encontraron 418 y 28 vídeos respectivamente, todos con material de índole pornográfico infantil.
En un giro significativo del caso, es crucial destacar que el acusado no enfrenta cargos por distribución de material pornográfico infantil, sino por su posesión y almacenamiento con fines personales. Esta distinción es de suma importancia, ya que la legislación penal aborda de manera diferente la tenencia y la distribución de dicho contenido. De acuerdo con las disposiciones del Código Penal, la mera posesión de material pornográfico infantil constituye un delito grave, independientemente de si se comparte o no con terceros.