Hoy: 28 de noviembre de 2024
La Audiencia Provincial de Madrid ha sentenciado a Carlos Iglesias de la Cueva, hermano de Julio Iglesias, a seis meses de prisión y al pago de una multa de casi treinta millones de euros por defraudar 19 millones a Hacienda en el ejercicio fiscal de 2001.
El tribunal considera probado que incluyó la venta de varios terrenos en Madrid en la declaración del Impuesto de Sociedades, alegando que tenía su residencia fiscal en Panamá.
En este sentido, la sentencia condena a Carlos Iglesias como autor de un delito contra la Hacienda Pública, con la circunstancia atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, según informa Europa Press.
Además, deberá pagar una multa equivalente a la mitad de los 19.624.655,16 euros defraudados, con responsabilidad personal subsidiaria de dos meses. Asimismo, deberá indemnizar a Hacienda con la misma cantidad incrementada.
La Sala considera probado que el acusado, en su papel de gerente de la sociedad Rolimpa Trading Corporation, no declaró ni efectuó ingreso tributario alguno por la venta en 2001 de tres solares, por un valor de 46.277.932,04 euros, que previamente había adquirido en 1989 por 601.012 euros.
Carlos Iglesias también ha sido condenado a cuatro años de pérdida de la posibilidad de recibir subvenciones o ayudas públicas, así como a la privación del derecho de gozar de beneficios o incentivos fiscales y de la Seguridad Social.
En el juicio, se negó a declarar y a pactar una rebaja de pena con la Fiscalía de Madrid. Su abogado, el reconocido letrado José Antonio Choclán, intentó previamente anular el fallo judicial debido a dilaciones y trató sin éxito de limitar el delito por el que se juzgaba a su cliente.
Después de la presentación de pruebas, el fiscal mantuvo la solicitud de una condena de cuatro años de prisión y una multa de 98 millones de euros, pero permitió a Carlos Iglesias viajar a Miami, donde reside su familia. En su turno para la última palabra, el acusado declaró: “No merezco el trato que he tenido”.
En su resolución, los magistrados afirman que “los informes periciales confirman que Rolimpa Trading Corporation debía haber declarado a la Agencia Tributaria española los beneficios obtenidos por la venta de los terrenos” en el impuesto sobre sociedades. La falta de declaración e ingreso constituyó un fraude a la Hacienda Pública de 19.624.655,16 euros, una cantidad que ingresó ilegalmente en el patrimonio de Carlos-Luis Iglesias.