Hoy: 24 de febrero de 2025
Mediante la aplicación de la datación a través de cráteres de impacto, un innovador estudio ha revelado límites temporales máximos para la formación de redes de valles marcianos creados por el flujo de agua. De acuerdo con esta investigación, el agua pudo haber fluido de manera intermitente en estos valles durante cientos de millones de años, incluso cuando sus cauces aparentaban estar mayormente secos.
«Hoy en día, Marte es un desierto global, pero su superficie alberga una abundante evidencia de antiguos flujos de agua, incluyendo lo que parecen ser valles fluviales. Alexander Morgan, científico del PSI (Planetary Science Institute) y autor del estudio publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters, explica que la escala de tiempo en la que estos valles se formaron tiene implicaciones importantes para la habitabilidad temprana de Marte.
Durante mucho tiempo, la comunidad científica ha considerado estos valles marcianos, formados hace más de 3.000 millones de años, como pruebas sólidas de la presencia pasada de agua líquida en el Marte primitivo. Investigaciones previas habían establecido que se requerían al menos decenas de miles de años para la erosión de estos valles, pero la frecuencia de los eventos de flujo y, por ende, el tiempo total de formación de los valles, aún no se había determinado.
«En este estudio, utilicé cráteres previos y posteriores a los sistemas de valles para establecer límites temporales máximos de cientos de millones de años para la formación de estos sistemas. Investigaciones anteriores solo habían establecido escalas de tiempo mínimas, por lo que estos nuevos resultados ofrecen un límite superior en la escala temporal en la que los valles marcianos estuvieron activos», comentó Morgan en un comunicado. «Considerando lo que sabemos sobre las tasas de erosión en el antiguo Marte, escalas temporales más extensas sugieren que las condiciones que permitieron la presencia intermitente de ríos incluían largos períodos áridos entremezclados con breves episodios de actividad fluvial».
Los resultados indican que los ríos en Marte se erosionaban a un ritmo sumamente lento, similar a algunas áreas del desierto de Atacama en Chile. Esto sugiere que la acumulación de grandes rocas en el lecho del río, que no se descomponían, podría haber inhibido la erosión. Otra posibilidad es que los ríos fluían con muy poca frecuencia, quizás tan solo el 0,001% del tiempo.
Esta investigación implica que los ríos de Marte estaban mayormente secos, activándose solo cuando la actividad volcánica o variaciones en la inclinación axial del planeta y su órbita alrededor del Sol calentaban su superficie. Estos cambios climáticos a largo plazo también ocurren en la Tierra, donde se conocen como ciclos de Milankovitch, siendo responsables de los recientes períodos glaciales en nuestro planeta.
«En periodos cortos, el flujo de los ríos está controlado por precipitaciones o deshielo aguas arriba. En escalas de tiempo más largas, los ríos terrestres se ven afectados por cambios climáticos», explicó Morgan. Los ríos marcianos habrían operado de manera similar, con variabilidad a corto plazo debido a tormentas o deshielo, y variabilidad a largo plazo debido a cambios en la rotación y órbita del planeta alrededor del Sol».