Hoy: 23 de noviembre de 2024
Un análisis de gran número de datos genéticos sobre el SARS-CoV-2 sugiere que las variantes del virus en todo el mundo están repitiendo las mismas mutaciones.
El estudio, realizado por investigadores del Instituto Francis Crick (Reino Unido) y publicado en la revista científica eLife, ha sido posible gracias a una nueva herramienta web denominada Taxonium, que permite analizar montones de datos recogidos por científicos de todo el mundo para seguir la trayectoria genética del virus
Los científicos llevan mucho tiempo siguiendo la evolución de los virus. Sin embargo, la situación de urgencia creada por la pandemia de COVID-19 puso en marcha una colaboración mundial masiva que recogió y secuenció los genomas de 13 millones de muestras de SARS-CoV-2, una cantidad de datos genéticos muy superior a la que se había generado hasta entonces. No obstante, la mayoría de las herramientas existentes diseñadas para rastrear la evolución viral no pueden manejar esa cantidad de datos.
“Necesitábamos una nueva herramienta que nos permitiera explorar el árbol genealógico representado por estos millones de secuencias del genoma del SARS-CoV-2″, ha afirmado el autor del estudio, Theo Sanderson.
Para ayudar, Sanderson creó Taxonium, una interfaz gratuita basada en la web que permite a los científicos analizar las relaciones genéticas entre decenas de millones de muestras de virus. Los científicos pueden acceder a los datos y analizarlos a través de un sitio web o una aplicación de escritorio.
Taxonium puede ayudarles a buscar virus con mutaciones genéticas específicas, o en un lugar concreto, y a ampliar los grandes árboles genealógicos de los virus para encontrar la información que necesitan.
Sanderson se asoció con científicos de la Universidad de California en Santa Cruz para crear una versión de Taxonium específica para el SARS-CoV-2, denominada Cov2Tree, que organiza los datos disponibles públicamente sobre más de seis millones de secuencias del SARS-CoV-2 en árboles evolutivos.
Con esta herramienta, el equipo rastreó la evolución reciente del virus del SRAS-CoV-2 y descubrió que muchas regiones separadas del árbol mostraban la adquisición de cambios similares en la proteína ‘spike’ del virus. El análisis sugiere que las mismas mutaciones se repiten en diferentes individuos de todo el mundo y persisten.