Tratado global sobre pandemias

23 de mayo de 2025
4 minutos de lectura

ARMANDO SEPÚLVEDA SÁENZ

Recientemente se aprobó en Ginebra por unanimidad de los países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el Tratado Global sobre Pandemias. Este acuerdo, busca mejorar la prevención, preparación y respuesta ante futuras pandemias.

El Tratado establece mecanismos para garantizar un acceso equitativo a vacunas, medicamentos y tecnologías sanitarias, además de promover la cooperación internacional en la gestión de crisis sanitarias. Aunque es jurídicamente vinculante, aún quedan aspectos por negociar antes de su implementación completa. La aprobación del Tratado constituye un hecho histórico sin precedentes en la materia que se alargó por tres años de manifiestas tensiones geopolíticas y discusiones en torno a las desigualdades en el acceso a vacunas, tratamientos y diagnósticos de enfermedades.

Un ejemplo de los retos al Acuerdo se reflejó el lunes pasado cuando se produjo después de algunas tensiones de última hora, cuando Eslovaquia cuestionó la adopción del tratado pidiendo una votación anticipada, y luego se abstuvo, junto con Polonia, Italia y otros ocho países. El borrador del tratado ya había recibido luz verde a mediados de abril, lo que ha facilitado enormemente la ruta para su adopción definitiva en la Asamblea Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud, que tiene verificativo durante la semana que corre.

Tras la aprobación, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS manifestó: “El acuerdo es una victoria para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral. Garantizará que, colectivamente, podamos proteger mejor al mundo de futuras amenazas pandémicas”, además ha señalado, “También es un reconocimiento por parte de la comunidad internacional de que nuestros ciudadanos, sociedades y economías no deben quedar expuestos a sufrir de nuevo pérdidas como las ocurridas durante la covid-19”.

El acuerdo, jurídicamente vinculante, obligará a los países a tomar medidas para prevenir, prepararse y responder a futuras pandemias, con el objetivo de hacer más accesibles en todo el mundo suministros médicos como las vacunas. Pero aún quedan por resolver algunas cuestiones, y el tratado no entrará en vigor hasta que se hayan acordado.

Estas son las principales claves de un acuerdo que, aunque es menos ambicioso de lo esperado, mantiene su objetivo principal: prevenir futuras pandemias y garantizar que, en el caso de que se produzcan, el mundo dará una respuesta “equitativa” y “coordinada” a nivel global.

Para valorar correctamente el Tratado se debe recordar que a pandemia de covid-19 tuvo un impacto devastador en la salud global. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número total de muertes atribuidas directa o indirectamente a la pandemia es de casi 15 millones. Esta cifra incluye tanto los fallecimientos reportados oficialmente como aquellos causados por la sobrecarga de los sistemas de salud y otras enfermedades no atendidas durante la crisis. De las cuales en 2020 y 2021 hubo en México un exceso de mortalidad ligado a la ocvid de 626.000 personas, lo que incluye personas que fallecieron directamente por la enfermedad, por otros problemas médicos e interrupciones de la atención médica derivados de la pandemia. El tratado reconoce que durante la pandemia de covid-19 millones de personas murieron sin acceso a vacunas, tratamientos o diagnósticos para combatir la enfermedad causada por el coronavirus.

La Organización Mundial de la Salud y la comunidad científica coinciden en que la ocurrencia de una nueva pandemia es inevitable, aunque no pueden precisar cuándo sucederá.

Un equipo de expertos de la Comisión por la Salud Global estima que hay un 50% de probabilidad de que una pandemia que cause más de 25 millones de muertes ocurra antes del año 2050. Por ello, se puede entender mejor la preocupación de la OMS para impulsar el Tratado Global sobre Pandemias que vale reiterar busca mejorar la preparación y respuesta ante futuras crisis sanitarias. Este acuerdo establece mecanismos para garantizar el acceso equitativo a vacunas, medicamentos y tecnologías sanitarias, además de promover la cooperación internacional.

En general, el Acuerdo que acaban de aprobar los países miembros de la OMS tiene como objetivo principal “prevenir, prepararse y responder mejor” ante futuras pandemias, evitando los errores cometidos durante la covid-19. El compromiso de los Estados es asegurar una respuesta más equitativa y coordinada a nivel mundial, con especial atención a los países con menos recursos para que los productos sanitarios lleguen a quienes más los necesitan, independientemente de su poder adquisitivo.

Uno de los aspectos más novedosos del Tratado es la creación de un sistema multilateral de acceso a patógenos y reparto de beneficios (PABS, por sus siglas en inglés). Este sistema prevé que los países que detecten virus con potencial pandémico deberán compartir las muestras y su secuencia genética, y a cambio recibirán al menos un 10% de los productos resultantes en forma de donación, y otro 10% a precios asequibles. Los detalles operativos, sin embargo, se decidirán en un anexo aún por negociar. Otra de las principales herramientas es la creación de la Red Global de Logística y Suministros (GSCL Network, por sus siglas en inglés), que busca evitar que en la próxima gran emergencia sanitaria se repita el colapso en la distribución de productos clave que se vivió durante la pandemia de covid-19. Muchos países africanos tuvieron que esperar semanas —o incluso meses— para recibir mascarillas, respiradores o pruebas PCR, mientras que en otras regiones sobraba el material e incluso caducaban las vacunas. La nueva red busca coordinar de antemano a gobiernos, agencias internacionales, empresas logísticas y fabricantes, para que en caso de crisis se activen rutas de distribución ya definidas y se prioricen las necesidades sanitarias por encima de los intereses comerciales o geopolíticos.

En conclusión, “más vale prever que lamentar”. Principio obligado en las políticas públicas basadas en la ciencia: con prudencia y planificación es más efectivo que reaccionar ante problemas una vez que ya han ocurrido.

*Por su interés reproducimos este artículo de opinión de Armando Sepúlveda Sáenz publicado en El Diario de Chihuahua.

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