Icono del sitio FUENTES INFORMADAS

Trabajar para reconstruir un mundo en ruinas

Trabajar para reconstruir el mundo en ruinas

Trabajar para reconstruir el mundo en ruinas | Imagen: Pxhere

La humanidad avanza hundida. Es urgente repensar cómo navegar hacia tiempos más tranquilos

Frente a esta atmósfera de contiendas y tensiones, que generan una gran crisis global, es vital activar la razón y las emociones en busca de paz. Entre todos debemos lograr una sociedad más justa y fraterna, limitando el uso de armamentos, especialmente las armas de destrucción masiva.

El ruido de las controversias nos deja desprotegidos, con un modelo egoísta basado en el individualismo, no en la solidaridad. Ante esta plaga cruel, tenemos el deber de cooperar en la reconstrucción de un mundo pacífico, empezando en el hogar, donde debe iniciarse el diálogo intergeneracional.

Invertir en educación

Es esencial que la inversión en educación sea generosa, para que las futuras generaciones no solo adquieran conocimientos, sino también la capacidad de generar pensamientos de paz y convivencia fraterna.

A los gobernantes y responsables políticos, sociales o religiosos, les insto a unir ideas y esfuerzos para crear condiciones donde todo ciudadano pueda contribuir con su trabajo al progreso social y personal. Así cultivaremos la concordia con tesón y humildad.

En busca de tiempos más serenos

La humanidad avanza hundida. Es urgente repensar cómo navegar hacia tiempos más tranquilos. Alejemos la indiferencia, preocupémonos unos por otros. Necesitamos sanación para adquirir fortaleza comunitaria, orientación y justicia. La naturaleza creó un derecho común para todos, pero la ambición lo ha monopolizado, ahogándonos en desigualdades sociales.

Debemos activar la armonía para sanar heridas. En este momento tecnocrático e insensible, es crucial rescatar calor humano. Que el Niño de Belén, símbolo de esperanza, sea el centro y latido del mundo.

Promover la paz desde la familia

Hacer familia es humanizarse en pro de la paz, seguridad y desarrollo. La poética del abrazo y la política de neutralidad son clave para construir relaciones fraternas entre países, basándonos en la diplomacia preventiva de las Naciones Unidas.

Hoy, aprendemos del rechazo y la confrontación que crecen junto a una absurda indiferencia. No podemos conciliar la violencia con la reconciliación; solo el servicio desinteresado genera verdadera satisfacción.

Por su interés reproducimos este artículo de Víctor Corcoba Herrero publicado en Diario de Cuyo

Salir de la versión móvil