Hoy: 23 de noviembre de 2024
El luchador hispano-georgiano Ilia Topuria tiene claro que su victoria el 17 de febrero con el título de peso pluma de la UFC “es inevitable”, porque se merece quitar el cinturón al australiano Alexander Volkanovski, ya que siente que ha llegado su “momento”, al tener las “experiencias y herramientas necesarias” para ser campeón.
“Me siento listo, me siento preparado. Estoy en paz, en calma conmigo mismo. Como cualquier día del mes, del año, de la semana. Estoy tranquilo, disfrutando de todos los momentos que me regala la vida y agradecido”, indicó Topuria en una entrevista a Europa Press antes de su combate en California por el título de peso pluma de la UFC el próximo 17 de febrero.
Su rival será Volkanovski, que acumula cinco defensas del título, todas ellas exitosas, y es poseedor del cinturón desde diciembre de 2019. Sin embargo, a Topuria no le preocupa “nada” del día del combate, porque ha dado su “máximo en la preparación”.
“Pase lo que pase, el 17 de febrero dormiré en paz porque voy a saber que he hecho todo lo que estaba en mis manos. Sé que la victoria va a ser inevitable el 17 de febrero porque me lo merezco”, agregó con mucha confianza en sí mismo.
El hispano-georgiano acumula 14 victorias, 4 por k.o., 8 por sumisión y 2 por decisión, y ninguna derrota. Su pelea más reciente fue ante el estadounidense por decisión unánime en junio del año pasado, cuando encabezó el UFC on ABC 5 y se impuso por decisión unánime.
Por todo esto, Topuria defendió que es su “momento”. “La vida me ha dado todas las experiencias y todas las herramientas necesarias para obtener el título el 17 de febrero. Siento que los tiempos son perfectos y que es el momento correcto para que pelee por el Campeonato del Mundo”, agregó.
El luchador admite que mucha gente le puede ver como arrogante, pero él considera que solo es fortaleza mental. “La gente siente miedo, siente estrés, cuando les falta trabajo y horas invertidas en el proyecto. Yo no tengo nada de eso, porque trabajo incansablemente”, manifestó. “Me despierto muchos días sin motivación, cansado, pero aún así acepto el reto del día. Tengo dos opciones: seguir soñando con mis sueños o levantarme y hacerlo realidad. Siempre opto por la segunda opción”, comentó.
Y esta fuerte actitud mental le permite disfrutar “todo” el proceso y “también el día del combate”. “Es complicado disfrutarlo, es una de las cosas que más le cuesta a la raza humana, disfrutar del presente. Pero es un ejercicio que no dejo de practicar todos los días”, dijo.
Tampoco hay hueco para la presión en su mente. “Ni lo pienso, sinceramente. Porque mi competición nunca ha sido con nadie, de voy a ser el primero, el segundo, el último. Es conmigo mismo. Es la superación personal de todos los días, yo no busco el éxito, busco la felicidad, porque el éxito es la felicidad con uno mismo”, explicó.