El Fiscal General acepta responsabilidad en la difusión de los correos electrónicos intercambiados entre el magistrado Julián Salto y la defensa de la pareja de Ayuso
Lo único que no pudo soportar Marta Ferrusola fue que nombrasen al señor Montilla presidente de la Generalidad: un advenedizo que había tenido la desgracia de nacer en un pueblo de Córdoba