Se supone a los independentistas confesos mirando al mar sin bajarse de la barca: mientras haya peces en el agua, la red no la sueltan. Ahora parece que, con oleaje alborotado, van a gritar NO a las leyes que, por su conciencia de extraños, les impide su pundonor. Aunque, como mastines enjaulados, mientras haya bocado, ladrarán lo indispensable con tal de que no se les caiga la carne de la boca.
Los de Juntos, Esquerra, PNV y demás socios indefensos se han llevado las manos a la cabeza, sorprendidos, al comprobar que el Jefe no era tan inocente como ellos.
El Gobierno, dicen los propios, están trabajando muchísimo para que los presupuestos del 2026 luzcan en la esperanza del pueblo… A mi escaso entender, a los antiquísimos presupuestos están añadiéndole un 8,5 por ciento, a ver si cuela. El ministro Cuerpo dice que vamos a crecer una barbaridad, mientras son las colas del hambre las que se hacen infinitas en los atrios de las iglesias. Menos mal que CÁRITAS , con su callada y continua colaboración, les responde con hechos buscando ayudas hasta debajo de las piedras.
Pedro Villarejo