Hoy: 25 de noviembre de 2024
Un número indeterminado de migrantes está a bordo del barco-cárcel Bibby Stockholm, fondeado frente a la costa de Dorset, en el sur de Inglaterra; como parte de un plan del gobierno británico para reducir costes, realojando a los recién llegados en el navío; en vez de hoteles.
Los cálculos gubernamentales cifran el gasto diario para alojar emigrados en casi siete millones de euros diarios (seis millones de Libras esterlinas) y funcionarios defienden el uso del barco como alojamiento alternativo para solicitantes de asilo político, por el ahorro que supone para las arcas británicas; teniendo en cuenta que la estancia promedio ronda los 18 meses de cada refugiado, llegado al Reino Unido.
El director de los derechos de migrantes y refugiados de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI), Steve Valdez-Symonds, criticó este lunes la iniciativa británica, calificando de “forma vergonzosa de albergar a personas que han huido del terror”.
La ministra británica de Salvaguarda, Sarah Dines, aseguró que el proceso de traslado será gradual y que se espera que el número de personas a bordo alcance las 500 a lo largo de la semana, pero la decisión ha generado preocupaciones sobre la capacidad y las condiciones del barco, especialmente después que la Unión de Brigadas de Bomberos del reino Unidos calificara el buque como una «trampa mortal».
La medida continúa generando debates en el Reino Unido, ya que diversas organizaciones y comunidades locales expresan sus inquietudes sobre el bienestar de los solicitantes de asilo y las posibles repercusiones en los servicios y la seguridad de la región.