El soldado que murió ahogado en unas maniobras llevaba sobrecarga en la mochila como castigo

15 de enero de 2024
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Militares acordonando el lugar donde fueron localizados los dos militares fallecidos en la base de Cerro Muriano. - RAFAEL MADERO

La imprudencia durante un ejercicio en la Base Militar Cordobesa deja al descubierto prácticas peligrosas

En un trágico incidente ocurrido el pasado 21 de diciembre en la Base Militar de Cerro Muriano, unos 20 militares de la Brigada ‘Guzmán el Bueno’ X, que se disponían a realizar maniobras en un lago, llevaban supuestamente sobrecarga en sus mochilas como una especie de «castigo» por un presunto mal desempeño durante una instrucción previa. Entre ellos se encontraba el soldado Carlos León Rico, de 24 años y natural de El Viso del Alcor (Sevilla), quien lamentablemente perdió la vida en el acto.

La revelación de este hecho proviene del abogado Luis Romero, representante del soldado sevillano, quien confirmó la información basándose en las diligencias del caso. Según Romero, casi la mitad de los militares llevaba sobrecarga en sus mochilas desde dos semanas antes del trágico suceso, consistente en una mina inerte en sus macutos, presumiblemente colocada por órdenes de los mandos.

La instrucción llevó a los militares a internarse en el lago, parte de la primera sección a la que se le ordenó ingresar al agua. Aunque el cruce de la balsa se realizó durante el día, alrededor de las 9:00 horas, la actividad había comenzado mucho antes, alrededor de las 6:00 horas, con prácticas de topografía y ejercicios subterráneos.

La tragedia se desencadenó minutos después de que los primeros efectivos ingresaran al agua, frustrando la práctica. La ausencia de chalecos para aligerar el peso y la falta de medidas de seguridad como línea de vida, ambulancia o flotadores complicaron el rescate, dejando a los soldados en peligro, algunos de los cuales sufrieron hipotermia.

Dos de los militares afectados, el soldado Carlos León Rico y el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, perdieron la vida en el lago. Carlos León Rico estaba a punto de completar su instrucción en el Ejército de Tierra, abandonando su carrera de Derecho para unirse a las filas militares. En tanto, el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, casado y en espera de un hijo, contaba con condecoraciones al mérito por su participación en misiones en Líbano y Letonia.

La Fiscalía Provincial ha señalado que la jurisdicción militar es competente para la investigación, mientras que los abogados de las familias de los fallecidos presentan denuncias contra los responsables del ejercicio. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha expresado sus condolencias a las familias, asegurando máxima colaboración con la justicia y transparencia en la investigación. La tragedia sigue generando preguntas sobre la seguridad en las maniobras militares y las responsabilidades involucradas.

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