Un estudio revela que más de la mitad de los empleados en España se enfrentan a un deficiente bienestar laboral
La presión laboral, que ya ha llevado a muchos al síndrome de burnout, encuentra un nuevo correlato en la sisifemia. Este término, que hace referencia a la mitología griega y al constante esfuerzo infructuoso, describe el agotamiento físico y mental causado por la búsqueda constante de cumplir con las expectativas laborales.
El trastorno de la sisifemia, también conocido como el “cansancio del trabajador incansable”, afecta cada vez más a aquellos individuos con altos estándares de perfección y autoexigencia. Este fenómeno, que puede minar la salud, el rendimiento y la motivación de los empleados, se ha convertido en una preocupación palpable en el mundo laboral.
El impacto en la salud y el rendimiento
El estudio Cigna 360-Vitality revela que más de la mitad de los empleados en España se enfrentan a un deficiente bienestar laboral, con un 31% que admiten sentirse estresados debido a una carga de trabajo excesiva. Esta situación desemboca en un ciclo agotador de tareas interminables, que lleva a los trabajadores a prolongar sus jornadas laborales en un intento de alcanzar metas inalcanzables.
Los expertos advierten que esta dinámica puede desencadenar cuadros de ansiedad, depresión, trastornos del sueño y aislamiento social, entre otros. Amira Bueno, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare, subraya que el actual entorno laboral, marcado por la alta competitividad y la sobrecarga de trabajo, ha perpetuado esta sensación de nunca finalizar las tareas, a pesar del esfuerzo invertido.
Un llamado a la acción para las empresas
Bueno insta a las empresas a asumir un papel proactivo en la gestión de esta presión constante. Destaca la importancia de fomentar una cultura que priorice el progreso, el aprendizaje y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, para así proteger la salud y el bienestar de los empleados.
Estrategias para contrarrestar la sisifemia
Para evitar que la sisifemia se convierta en un problema generalizado en el entorno laboral, se proponen cinco estrategias:
- Promover una cultura organizacional preventiva: ofrecer programas de salud mental y actividades que fomenten el equilibrio entre trabajo y vida personal.
- Definir expectativas realistas: comunicar claramente los objetivos del trabajo y promover una cultura de apoyo y colaboración.
- Seguir la regla de las 3 R: reconocer, recompensar y proporcionar retroalimentación a los empleados para mantener su motivación y compromiso.
- Capacitar en gestión del tiempo y establecimiento de límites: ofrecer programas de capacitación y herramientas para gestionar eficazmente el tiempo y evitar la procrastinación.
- Favorecer la autonomía y flexibilidad: permitir a los empleados tener control sobre su trabajo y ofrecer opciones de flexibilidad en cuanto a horarios y lugar de trabajo.
Estas medidas, implementadas de manera proactiva, pueden contribuir significativamente a mitigar los efectos nocivos de la sisifemia en el lugar de trabajo, y proteger así la salud y el bienestar de los empleados.