El legendario actor de Hollywood, Val Kilmer, falleció a los 65 años debido a neumonía, tras más de una década enfrentando problemas de salud. En 2014, fue diagnosticado con cáncer de garganta, lo que lo llevó a someterse a tratamientos agresivos como quimioterapia, radiación y dos traqueotomías, que afectaron permanentemente su capacidad para hablar y respirar.
Aunque en su momento fue declarado libre de cáncer, Kilmer compartió públicamente los efectos a largo plazo de la enfermedad y su tratamiento. Antes de su diagnóstico, notó síntomas sutiles que, en retrospectiva, fueron señales tempranas del cáncer.
El cáncer de garganta es difícil de detectar en sus primeras etapas porque sus síntomas suelen confundirse con afecciones comunes, como resfriados o alergias. De acuerdo con la Clínica Cleveland, los primeros signos incluyen cambios persistentes en la voz, como ronquera prolongada, y otros síntomas como dolor de garganta, dificultad para tragar y tos persistente.
Los síntomas más avanzados pueden incluir dolor en el cuello o los oídos, pérdida de peso inexplicable, manchas en la garganta y dificultad para respirar. Los expertos advierten que si estos síntomas persisten por más de dos semanas, es crucial acudir a un médico para una evaluación temprana.
En el caso de Kilmer, los primeros signos fueron un gran nudo en la garganta y problemas para tragar. En varias ocasiones, despertó en un charco de su propia sangre, lo que finalmente lo llevó a buscar atención médica, según reportó el New York Times.
El cáncer de garganta puede afectar a cualquier persona, pero ciertos factores aumentan el riesgo. El tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la infección por el virus del papiloma humano (VPH) o el virus de Epstein-Barr son factores clave. Además, una dieta pobre en frutas y verduras, la exposición a toxinas como el asbesto y el consumo frecuente de carnes curadas o yerba mate también pueden incrementar el riesgo.
Si bien no hay una manera infalible de prevenir esta enfermedad, medidas como dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, mantener una dieta equilibrada y protegerse contra el VPH pueden reducir las probabilidades de desarrollar cáncer de garganta, según la Clínica Mayo.
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